El Ministerio del Medio Ambiente, la Energía y el Mar francés ha licitado la realización de una auditoría contable a GLD Atlantique, sociedad que explotó la autopista del mar(Saint Nazaire-Nantes) entre septiembre de 2010 y septiembre de 2014, beneficiándose de subvenciones millonarias de España, Francia y la UE. Aunque es el gobierno francés el que encarga la auditoría, actúa en nombre de los dos estados.

Ambos gobiernos habían concedido en 2009 la gestión de la linea a GLD, sociedad participada mayoritariamente por la naviera francesa LD Lines (Louis Dreyfuss), otorgándole un máximo de 30 millones de euros de subvención entre ambos estados. El proyecto también se benefició de otros 4 millones de euros de fondos europeos del programa Marco Polo. Las ayudas se concedían para los cuatro primeros años de operación de la linea, con el compromiso de que el armador la mantuviera en servicio otros tres años más. Sin embargo, una cláusula introducida en 2010 en el acuerdo permitía a la naviera descolgarse al finalizar el periodo de subvenciones si consideraba que el servicio no era rentable sin las mismas. Eso fue precisamente lo que ocurrió.

El 9 de septiembre de 2010 se inauguró la linea y el 16 de septiembre de 2014 salió el último barco del puerto de Gijón hacia el de Nantes y dos días después quedaba suspendido el servicio. Las negociaciones posteriores para intentar la reanudación del servicio fueron infructuosas, ante lo que España y Francia optaron por dar por finalizado el convenio y, ahora, encargar la auditoría para comprobar si se hizo un uso correcto de las subvenciones estatales y si era cierta la justificación de la naviera para cancelar el servicio.

La auditoría contable busca conocer la situación real de la explotación de la linea marítima entre Gijón y Nantes y su suspensión, así como comprobar si las subvenciones abonadas por España y Francia se corresponden con las que tenía derecho a percibir la naviera. La duda deriva de que los ferries alquilados por LD Lines para prestar el servicio transportaban tanto carga como turismos, mientras que las subvenciones se aprobaron sólo para las mercancías.

Si la auditoría aprecia discrepancias entre lo trasladado por LD Lines y la información real de los costes e ingresos por categoría y tipo de tráfico, España y Francia podrían reclamar el reintegro de parte de las subvenciones a la naviera. Si además la auditoría estableciese que la linea no era insostenible tras el fin de las ayudas públicas, como alegó LD Lines, la naviera también se enfrentaría a reclamaciones, por no haber mantenido el servicio durante tres años más.

Entre otras cosas, el adjudicatario de la auditoría deberá realizar también un análisis detallado de costes, de ingresos por tipo de tráfico, de precios por tipo de tráfico y su fluctuación, de política comercial del operador y de pérdidas o ganancias anuales y acumuladas.

El plazo para que las empresas de auditoría presenten ofertas vence el próximo 26 de mayo y el Ministerio francés prevé que el contrato entre en vigor en junio, con una duración de doce meses. El ministerio galo negociará a continuación con los tres mejores ofertantes. El concurso establece cuatro criterios para la valoración de las ofertas: Precio, un 40%; plazo de entrega, un 20%; técnica de análisis y metodología propuesta, un 20%; y perfiles del equipo que realizará el trabajo, el 20% restante.

Los resultados de la auditoría tendrán que estar perfilados antes de la finalización del contrato, ya que el adjudicatario tendrá que entregar un informe para su presentación en la reunión de la Comisión Intergubernamental de España y Francia que se celebrará a finales del verano.

El contrata también incluye la asistencia de técnicos de la empresa auditora a las reuniones que se celebren tanto en los puertos de Nantes como de El Musel sobre la autopista del mar.

En septiembre de 2014, tras el anuncio de LD Lines de que iba a suspender el servicio, el presidente de Puertos del Estado, José Llorca apuntó que Francia y España podrían reclamar el reintegro de las subvenciones concedidas a la naviera, lo que depende de la auditoría. Tanto Llorca, como el Puerto de Gijón han cuestionado en reiteradas ocasiones que la linea fuera inviable cuando había alcanzado una ocupación media de más del 70%. España y Francia fueron flexibles con LD Lines incluso al no exigirle que pasara de tres a seis escalas semanales, algo que el contrato le obligaba a hacer a partir de septiembre de 2013. La UE ya encargó otra auditoría sobre el destino de sus subvenciones a la linea.

Puertos del Estado ha contratado una asistencia técnica para evaluar, con más de 15 navieras la posibilidad de reactivar la conexión de Gijón con Nantes, tratando de lograr de la UE fondos CEF y créditos a bajo coste del Plan Juncker para la reconversión de barcos con motores de fuel a gas natural. Además España, Italia, Francia y Portugal negocian con la UE la autorización del ecobono, subvencionando a los camioneros que embarquen en autopistas del mar, lo que también supondría un incentivo para la hipotética reactivación de la de El Musel.