De Gijón a Marbella y vuelta por León. El historial delictivo de un gijonés de 45 años, detenido por la Policía Nacional, se extiende por la geografía española estafando a personas a las que engañaba para que efectuasen disposiciones patrimoniales fingiendo ser socio de reputadas empresas españolas o incluso de ser familiar de algún político. Con estas artimañas logró estafar cerca de 100.000 euros.

La investigación se inició en Marbella a raíz de la denuncia de una mujer a la que se ofreció para ayudarla con la gestión de la herencia de su padre. Se hizo pasar por director territorial de un banco y le confió todo su patrimonio, unos 80.000 euros. Sólo la falta de liquidez convenció a la víctima de haber sido estafada, en parte, gracias a la capacidad dialéctica del arrestado. Estas investigaciones pusieron el foco en un vecino de Gijón, ciudad a la que regresó.

Con el botín obtenido aprovechó para llevar un alto tren de vida comprando ropa casi a diario. Ahí engañó a los dependientes ofreciéndoles trabajos futuros, ascensos o negocios ventajosos. Incluso engañó a un taxista al que convirtió en su chófer personal y al que utilizó para comprar ropa y joyas, valoradas en 6.000 euros, con la promesa de que se los reintegraría con bonificaciones. Tan buenas migas hicieron que el taxista le invitó a un chalet que tenía en León. Allí, el detenido cameló a un vecino del pueblo para mediar en la adquisición de un inmueble.

Los agentes del Grupo de Delitos Económicos de la Comisaría de Gijón se desplazaron a esa localidad leonesa para detenerle cuando se disponía a cerrar el trato de la venta fraudulenta. Tenía antecedentes y tres órdenes de detención de juzgados de Mieres y Lena. Tras ser puesto a disposición judicial ingresó en la prisión de Mansilla de las Mulas.