Hace 24 meses, Óscar Estors no sabía montar en bici. A sus 52 años, veía pasar a la gente sobre dos ruedas por Poniente, y "me propuse que yo también quería hacerlo". Ni corto ni perezoso buscó en Internet y se apuntó a los cursos de iniciación de Asturies ConBici. Los cubrió en tiempo récord, tanto que ayer, apenas dos años más tarde, se llevó un premio precisamente por andar en bicicleta: el galardón que la Fundación Asturiana de la Energía ha concedido a la persona que más kilómetros cubrió a lo largo del pasado mes de camino al campus de Gijón. El reto, titulado "en bici a Uniovi", contó con 87 participantes. Y Estors fue de largo el que más kilómetros hizo: "un total de 600; cada día como mínimo hago doce kilómetros, más todos los trayectos añadidos", aseguraba ayer tras recoger el galardón.

Antes de la bici "cogía el coche para ir a todas partes, y ahora no me bajo de la bicicleta, aunque llueva", explica el estudiante del Programa Universitario Para Mayores de la Universidad de Oviedo. Los beneficios son múltiples: "no contamino, no gasto en combustible y no pierdo el tiempo: Gijón está muy bien para ir sobre ruedas porque es una ciudad llana y hay muchos aparcabicis", señala. Además "he bajado de peso y siento una alegría enorme desplazándome así", asegura.

Al igual que él también recibió un premio por su dedicación el estudiante de Mecánica Rafael Villalobos, venezolano de 22 años que vino a Gijón huyendo de las penurias de su país natal. "Es muy grave lo que está pasando, todo el mundo debería saberlo", aprovecha para explicar. Él logró cubrir 147 kilómetros. "Siempre que puedo me muevo en bici, es lo mejor", aseguraba después de recoger su cámara deportiva como premio y de "animar a todo el mundo a que haga lo mismo".

Con las 87 personas que se apuntaron al reto, que sumaron 5.788 kilómetros en trayectos en bici a la Universidad, se ha logrado ahorrar casi 400 litros de combustible y más de una tonelada de CO2. Sobran los motivos.