Uno de cada cuatro euros de los 7 millones que la Fundación Municipal de Servicios Sociales tenía presupuestados en 2016 para transferencias corrientes quedó sin ejecutar. Eso supone que se perdieron casi dos millones de euros que iban destinados a ayudas directas a las familias y a las entidades sociales. Este es uno de los datos que más criticó ayer Ana Castaño, concejala de Izquierda Unida, en su análisis público de los remanentes de los organismos autónomos del Ayuntamiento. Remanentes que en Servicios Sociales suman 6,2 millones. El doble que en 2014. De esta partida salen los 4,5 millones comprometidos ya con la renta social municipal.

Pero queda más dinero en la hucha. Y en ese sentido, el edil socialista César González presenta un ruego para el Pleno de este mes que tiene como objetivo utilizar una parte de esos recursos en la financiación del programa de intervención socioeducativa aprobado en marzo del año pasado a iniciativa de los socialistas. "Presentamos este ruego tras haber utilizado todas las vías posibles para conseguirlo y ver que no se ha hecho nada en más de un año", sentenció. El PSOE presentó en su momento una enmienda al presupuesto de 200.000 euros para habilitar ese programa. "La excusa del dinero no vale porque hay recursos de sobra", sentenció el socialista.