Asturias tiene uno de los peores registros nacionales de escolarización de alumnos de 2-3 años, el último nivel del primer ciclo de educación infantil. Así se lo echaron en cara hace sólo unas semanas en la Junta General del Principado al Consejero de Educación, Genaro Alonso. Y el consejero, consciente de ello, ya había advertido que incorporar a las aulas a los niños de esa edad, como forma sobre todo de trabajar en la conciliación familiar y laboral, era una de las prioridades de su departamento para esta legislatura.

Si es así, en Gijón va a haber que buscar soluciones porque tras la último proceso de solicitud y admisión de plazas en las escuelas de bebés de la red pública del municipio -doce centros con 810 plazas de 0 a 3 años- se han quedado algo más de un centenar de excedentes en el tramo concreto de 2-3 años. Seguido muy de cerca, por el de 1-2 años, donde no se llegó al centenar de sobrantes pero casi.

Y lo peor es que si se quisiera distribuir sobrantes entre centros con plazas libres, en la situación actual sólo la escuela infantil de Vega-La Camocha tiene algún hueco que ofrecer a ese tramo de edad. Las pocas plazas que quedan libres en el resto de centros son, sobre todo, en bebés de menos de un año.