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El Barjola se queda en casa

El museo ofrece en la muestra colectiva de pintura y fotografía "El rincón feliz" un acercamiento a la noción de "habitar"

"Holland Park (Londres)", obra del pintor Federico Granell.

"La casa como lugar vivenciado y su interior como espacio antropizado". Es el asunto sobre el que gira la exposición colectiva "El rincón feliz", que el Museo Barjola tiene previsto inaugurar el próximo viernes.

Y son palabras de la comisaria de esta muestra colectiva, Natalia Alonso Arduengo, que propone una reflexión y un acercamiento, a partir de la pintura y la fotografía, sobre la noción de "habitar", que el "Diccionario" define como un verbo transitivo con las significaciones de "vivir" y "morar". El título de la misma hace alusión al relato homónimo de Henry James, narrador considerado como el maestro del punto de vista. La comisaria tira de ese hilo "para analizar cómo el habitante no es un consumidor pasivo de espacios, sino que los ocupa tanto material como simbólicamente".

Según adelantó ayer Natalia Alonso Arduengo, la muestra ofrece trabajos por ejemplo de Federico Granell, uno de los artistas jóvenes asturianos de mayor talento, así como de Primoz Bizjak, Kela Coto, Mónica Dixon, Christian Domínguez, César Lacalle, Rosell Meseguer y José Quintanilla.

Lo que plantea "El rincón feliz", exposición que estará en el museo de la gijonesa calle Trinidad hasta el próximo 30 de julio, es un adentramiento, a través de la obra de cada uno de los artistas seleccionados, en distintos tipos de casas y viviendas. ¿La conclusión? Pues que habitar comportacargar esos espacios de todo tipo de huellas y afectos que son un dibujo también de nuestra forma de ser, de nuestra sensibilidad.

Con esta exposición de disciplinas y técnicas variadas, Natalia Alonso Arduengo trata de desmostrar una convicción expresada por el pensador austriaco Iván Illich: "Dime cómo habitas y te diré quién eres". Una exposición en la que aparecen espacios privados y públicos, lugares en los que confluyen la mano del instante y la del tiempo que todo lo erosiona. Pero, ¿esos rincones tomados del título de Henry James apuntan siempre hacia la felicidad? Basta mirar, por ejemplo, la foto de César Lacalle para darse cuenta de la complejidad y sutiles facetas del asunto.

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