En el parque del Lauredal no se veían ayer niños jugando con una tablet o absortos mirando la pantalla de un móvil. Y eso que había decenas y decenas de niños y niñas. Pero estaban haciendo, deportes, manualidades, bailando... y, sobre todo, lo estaban haciendo con sus padres y madres. "Queríamos una jornada de ocio familiar compartido y se ha conseguido. Ha sido un éxito, estamos muy contentos", explicaba Rocío Álvarez en nombre del colectivo organizador de la fiesta "Creando comunidad".

Un evento que aglutinó el compromiso por la mejora de la convivencia en la zona oeste de una docena de centros escolares y de las entidades sociales que trabajan en proyectos socioeducativos en la zona, como "Mar de Niebla", Cise, el Secretariado Gitano, la Asociación Gitana y los Scouts Noega.

Aunque no han tardado tanto en organizarla, la historia de esta fiesta comienza en enero del año pasado. Es entonces cuando se pone en marcha un proyecto que intenta dar respuesta a una situación de alarma que se dejaba sentir en los colegios por problemas de convivencia, abuso y acoso escolar. "Organizamos unas charlas taller para las familias en el Ateneo de La Calzada pero no funcionaron. A ese tipo de actividad suelen ir las familias que ya están comprometidas. Casi las que menos lo necesitan", explica Álvarez.

Así que quisieron darle una vuelta de tuerca al asunto y surgió la idea de una gran fiesta. Y qué mejor espacio que un parque tan abierto al vecindario como el parque del Lauredal. Ni qué mejor jornada que la previa al Día Internacional de las familias. Las numerosas familias que ayer se pasaron por las actividades demostraron que la idea había sido acertada. El día acompañó luciendo aún más citas tan divertidas como el espectáculo de pompas de jabón o la comida campestre.

Nadie se paró a contar el número de participantes -aunque sólo hacía falta mirar para ver que eran muchos- porque el objetivo de "crear comunidad" se logró desde el minuto uno de la fiesta. El año que viene, más.