Caja Rural de Gijón aumentó en un 9,45% los créditos a clientes en 2016, incremento en el que tuvo una especial influencia la recuperación de la actividad económica, lo que se constata en que no sólo se repusieron las amortizaciones con nuevos créditos, sino que se incrementaron con casi el 10%, según explica el director de Caja Rural, Luis Rodríguez Vallina.

El impulso en esa cifra de negocio ha tenido que ver especialmente con el aumento en la concesión de créditos hipotecarios para la adquisición fundamentalmente de primera vivienda, que en 2016 fue un 65% superior al año precedente.

Estas cifras certifican la consolidación del crecimiento de la actividad de la entidad financiera que comenzó en 2014, después de haber atravesado un periodo de descenso paulatino desde 2009 hasta 2013. El incremento del crédito concedido a clientes en 2016 fue en cifras absolutas de 17,15 millones de euros, con lo que la entidad gijonesa recupera los niveles de crecimiento que tenía en el año 2009.

"A lo largo de 2016 todos los parámetros de negocio han mejorado. El incremento del activo se produce de una manera sostenida y con fortaleza. Crecen también los depósitos de clientes, lo que nos permite mantener una buena posición de liquidez. El número de clientes que se hacen socios de la Caja también sigue creciendo", resalta Luis Rodríguez Vallina.

El directivo, no obstante, se muestra prudente en su valoración dado que "aunque el ritmo de la evolución del negocio de la Caja es y sigue siendo bueno y las perspectivas de la economía dan señales positivas, esas señales tienen que consolidarse para que la actividad de las entidades financieras se normalice", agregó.

La entidad presentará, en su asamblea de socios del próximo 3 de junio, las cuentas de 2016, con un beneficio después de impuestos de 587.157 euros tras haber decidido imputar 3,78 millones de euros a provisiones y otras aplicaciones.

El volumen de negocio de Caja Rural de Gijón en 2016, que es la suma de los recursos controlados y de la inversión con clientes, experimentó el año pasado un incremento sobre 2015 del 5,95%. Al 9,45% de aumento de créditos a clientes citado, se añadió un incremento del 5,55% en recursos controlados, que supuso 13,80 millones de euros más.

Caja Rural de Gijón mantiene históricamente unos niveles de morosidad por debajo de la media de sector, niveles que además el año pasado se redujeron, pasando el total de activos de riesgo del 8,52% de 2015 al 7,44% del año pasado. Por otro lado, el ratio de capital total, que determina la solvencia de la entidad, terminó en el 20,17% en 2016, más del doble del coeficiente exigido por el Banco de España, que es del 9,13%. El ratio de eficiencia, que mide la parte de los ingresos que quedan consumidos por los gastos, fue del 58,08% en 2016 frente al 60,64% de 2015. Además, los gastos de explotación se redujeron en un 1,27% y el margen básico (intereses y comisiones netos) aumentó en un 0,77%.