"Una reforma bien medida, equilibrada, diseñada con rigor, previsión y ciertas dosis de ambición". Así comentó el Consejero de Sanidad que se está trabajando en la reforma integral del hospital de Cabueñes. Sobre la segunda fase de las obras, la que deberá sucederse en cuanto acabe la primera, Del Busto reconoció que era prematuro tenerla definida ni en lo económico ni en lo temporal. Sí explicó que tras la puesta en funcionamiento de todo el edificio nuevo, tocará demoler el bloque que ahora ocupan las consultas externas, "que casi se corresponde con lo que era la antigua residencia que ahora cumple 50 años", dijo, para volverlo a construir estableciendo todas las conexiones necesarias con el resto del hospital de Cabueñes. El planteamiento es reformar "todas y cada una de las plantas de hospitalización" y añadir habitaciones. Si ahora Cabueñes dispone de 460 camas, el plan funcional asume que hay que llegar a 550. En esa segunda fase también se incluirá la construcción de un aparcamiento en altura -"aún no se sabe si de pago o no, ni cuántas plazas"- que irá junto a la entrada del nuevo bloque de edificios, en la nueva parcela añadida al hospital.