En el servicio de Radiodiagnóstico del Hospital de Cabueñes se va a materializar este año una inversión de 2,5 millones de euros en nuevo e importante equipamiento. Serán tres mejoras: una nueva resonancia magnética, la segunda de Cabueñes, que permitirá multiplicar los estudios que se hacen en Gijón; la actualización de la que lleva 15 años en funcionamiento; y el cambio del viejo mamógrafo por uno digital -cuya compra estaba en cartera pero que finalmente será sufragado con fondos de la Fundación Amancio Ortega-.
Las tres novedades van a dar, como aseguran la directora médica de Cabueñes, Teresa Somer, y la jefa de Rayos, Yolanda García Alonso, "un interesante vuelco" al servicio. Un servicio cuyos profesionales, como reconoce su responsable, "dependemos totalmente de las máquinas". Y con las que tenían, la realidad es que en el área existían carencias que se van a poder superar. "Son cambios sustanciales", sostienen.
Los tres dispositivos, sobre todo la resonancia magnética nueva, de 3 teslas (doble de intensidad de campo magnético de la que está disponible en la actualidad, de 1,5T), aportarán mejoras sobre todo de cara al diagnóstico, pero también cambios importantes en confortabilidad y, por supuesto, en número de estudios finales que se hagan en Cabueñes.
"Tener una resonancia sola para la población de nuestro área resulta insuficiente y por eso tenemos lista de espera. Con una resonancia realizábamos aproximadamente 6.000 estudios al año y con la puesta en marcha de la segunda no sólo haremos estudios de más calidad y más rápidos, con mejor imagen y menos tiempo de exploración. También tenemos en mente que ya no se derive nada de lo que enviamos cada año a Jove, que son otros 2.500 estudios", explica García Alonso. Se estima que sea a finales de año cuando se pueda disponer de la nueva resonancia, aunque el plazo parece ajustado si se tiene en cuenta que se tendrán que hacer adecuaciones de un espacio que había disponible y construir la jaula de aislamiento especial donde irá ubicada.
Otra aportación que hará el nuevo equipo es que en Cabueñes se podrán estudiar a pacientes con pesos superiores a los 150 kilos, el máximo que soportaba ahora la camilla de la resonancia. También el ancho del túnel, que será mayor que el actual -pasa de 60 cm. a 70 cm.- permitirá atender a embarazadas a término y todos los pacientes de mucho perímetro abdominal que ahora no entran por el túnel. "A los pacientes con obesidades mórbidas no les estamos pudiendo atender hasta ahora. Y sí que se nos han dado casos, porque la camilla no sube con más de 150 kilos encima. Lamentablemente, creemos que se van a seguir dando casos de grandes obesidades cada vez más", afirma García Alonso. Relacionado con la confortabilidad también está el hecho de que los nuevos equipos permiten correcciones en el movimiento del paciente, exponen al enfermo a menos ruido que antes, y como añadido, se consume menos energía.
Respecto a las limitaciones que ahora se tenían en Cabueñes en cuanto al tipo de estudios, García Alonso valora sobremanera que "vamos a hacer estudios de mejor calidad en próstata, mama, abdomen y cuerpo completo. También en neurología, como el estudio de epilepsia que hasta ahora no hacíamos, o el de esclerosis múltiple. Tampoco estábamos haciendo estudios funcionales y morfológicos del corazón con resonancia, y ahora los vamos a poder hacer con los dos equipos. Ni hacíamos enterorresonancias -estudios del intestino-, que también se enviaban fuera. Es indudable que se va a mejorar mucho y se va a poder hacer todo lo que ahora derivamos", comentó la jefa del servicio, que está dispuesta a pedir aumento de plantilla -dos radiólogos- para cuando los equipos estén a su máxima potencialidad.
