El miedo por seguir en la calle que padecía una de las familias afectadas por el incendio de la calle Aquilino Hurlé, en el barrio de La Arena, ha tenido una respuesta solidaria e inesperada para ellos. La parroquia San José ha decidido costearles una habitación de hotel a una pareja y el hijo de ella hasta el próximo lunes, en lo que se esclarecen las causas del origen del fuego para que los seguros empiecen a dar cobertura a las necesidades de los afectados.
"Ha sido una sorpresa, por lo menos da consuelo que todavía queda gente buena que ayuda a los demás", explica José Miguel Diego Revilla, entusiasmado ayer con la noticia que le transmitieron. "Por lo visto ha nacido de los feligreses, que han querido colaborar con nosotros", señala. Su familia fue quien detectó las llamas antes de llamar a los Bomberos e inquilinos de uno de los inmuebles más afectados, en el tercer piso, donde el fuego calcinó varias estancias del domicilio.
Investigación abierta
Las investigación del origen del fuego sigue abierta por la Policía Científica. Una vez descartados los fallos eléctricos en la instalación, las indagaciones se centran en una posible intencionalidad de los hechos como una colilla mal apagada que prendió la tela que cubría el andamio. No obstante eso no ha impedido que los operarios de la rehabilitación energética de la fachada retomasen ayer las labores. Desde la empresa confían en que los daños causados por el fuego no supongan un incremento del tiempo en que quedará concluida la obra.
Al tiempo, en el portal, se celebró una reunión de propietarios para hacer un diagnóstico de daños y de lo sucedido en la madrugada del jueves. A esta cita también acudieron los inquilinos que viven de alquiler por la excepcionalidad de la situación pero se encontraron con la sorpresa de ser expulsados de la misma por el presidente de la comunidad. Una decisión que, por sus formas, dejó sorprendidos a varios de sus convecinos.
