Veintidós globos aerostáticos ocuparon ayer el "solarón" en una exhibición en la que la música, la luz y el color fueron los principales protagonistas. El espectáculo, bautizado como "Night-Glow" reunió a los dirigibles que participan estos días en la I Regata de Globos Aerostáticos. Las aeronaves aterrizaron en el centro de la ciudad en un evento que fue seguido por cientos de personas que pudieron acercarse a ver e incluso a tocar los artefactos en una jornada festiva que obligó a los gijoneses a tener la vista puesta en el cielo.

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Los globos toman el "solarón", en pleno centro de Gijón

"Es espectacular poder ver los globos desde tan cerca. Para los que nos gusta la aeronáutica esto es un regalo", aseguró Juan Carlos Abrines con una sonrisa dibujada en la cara. "Está muy bien porque así la gente puede disfrutar de las naves, que no suelen ser muy fáciles de ver durante el año", puntualizó. Por su parte, Soraya Fernández acudió al "solarón" junto a sus dos hijos Rubén y Antonio. "Los globos son una pasada", manifestó. Sin embargo, al pequeño Rubén, de tres años, no le gustan tanto. Le dan miedo y se asusta con el fuego que desprenden. A Antonio le gustan un poco más. Se acerca e incluso se atreve a tocarlos. La regata continúa hoy con el cuarto y quinto vuelo y finaliza mañana con el último vuelo, a las 11.00 horas y la posterior entrega de premios.

Una fiesta de luz y sonido con los globos aerostáticos en Gijón

Una fiesta de luz y sonido con los globos aerostáticos en Gijón