Creó escuela y fue muy imitada luego la iniciativa de colgar en las ventanas banderolas o trapos con unos colores determinados, para protestar por algo. Pero los pioneros fueron en 1992 los vecinos de El Náutico que las colgaron, verdes en este caso, para protestar por la urbanización de la zona, "no queremos hormigón, queremos zona verde, queremos que se derribe el edificio que se está levantando con fines hosteleros y que no se hagan esas gradas de hormigón".