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El Sporting volvió a Primera División gracias a una ilusionante cantera

El presidente Méndez Cuervo impuso a Carriega que jugase Quini, recién fichado

Carlos Méndez y su junta directiva del Sporting.

A aquel Gijón del año 1970 se le abrían nuevos horizontes que ponían ante la imparable evolución de la ciudad un prometedor futuro. El proceso de industrialización con el potente sector de la construcción naval y las obras de Uninsa -en cuyas expropiaciones en el bucólico valle de Cenero que después no utilizaron, lamentablemente desaparecieron históricas construcciones como el palacio de Fresno, donde se alojó el rey Pedro I "El Cruel", en su lucha contra su hermano bastardo Alfonso Enríquez, quien moraba en el siglo XIV en el heredado alcázar de Trubia de Rodrigo Álvarez de las Asturias- motivaron un espectacular crecimiento demográfico al llegar a los ciento treinta y ocho mil habitantes.

Creación del Museo Etnográfico del Pueblo de Asturias. Gracias a la iniciativa de Luis Adaro y del alcalde Ignacio Bertrand -con un entusiasta equipo formado por Patricio Adúriz, Luis Argüelles y José Avelino Moro- Uninsa autorizó trasladar hórreos y paneras desde Veriña y San Andrés de los Tacones, así como las casas hidalgas de los Valdés y de los González de la Vega, a fin de crear el Museo Etnográfico del Pueblo de Asturias, en unos 35.000 metros cuadrados colindantes con el nuevo recinto ferial, en donde fueron plantados árboles e instalados también un mazo para forjar el hierro, un típico llagar de sidra y una bolera para jugar a la modalidad de cuatreada. Su primer director fue Luis Argüelles.

Los cimientos bien puestos en el Sporting. Nunca nada es por casualidad y la excelente gestión del presidente del Sporting, Víctor Manuel Felgueroso -quien, en nuestras conversaciones en el "Tívoli Pub", no se cansaba de defender a la cantera futbolística como solución de futuro- tras un mandato de un año de Antonio Roibás, el alcalde Ignacio Bertrand comprendió que había que dar nuevos aires, por lo que encomendó la presidencia del Sporting a uno de sus hombres de confianza en el Ayuntamiento, Carlos Méndez Cuervo (La Calzada-Gijón, 1921- Bujaraloz-Zaragoza, 1974) que logró reunir una sensata Junta Directiva de la que fue secretario Joaquín Loredo Viejo. Una de sus primeras gestiones fue convencer al presidente del Ensidesa, Juan Muro de Zaro, para lograr el traspaso de Enrique Castro "Quini", en quien ya había puesto sus ojos el Real Madrid y que fue fundamental para lograr el ascenso en 1970. Eso sí, Carlos Méndez Cuervo obligó al entrenador Luis Cid Pérez "Carriega" a que, a pesar de su juventud, lo incluyese siempre en las alineaciones. Numerosas obras se realizaron cubriendo todas las gradas. Asimismo, aquella directiva presidida por Carlos Méndez Cuervo recuperó en 1970 la histórica denominación de Real Sporting de Gijón siendo el primer club futbolístico de España en lograr la preceptiva autorización para el uso del anglicismo.

Oposición a que "El Molinón" perdiese su nombre. La euforia era total, hasta tal punto de que se quiso que "El Molinón" se llamase Carlos Méndez Cuervo. La moda de dar a los campos de fútbol el nombre de sus presidentes la había iniciado Santiago Bernabéu -aunque el histórico locutor Matías Prats siguió denominándole Chamartín de la Rosa- y fue imitada en Valencia, donde el Mestalla pasó a ser el "Luis Casanova"; en Sevilla, el Nervión y el Heliópolis los llamaron Sánchez Pizjuán y Benito Villamarín; en Cádiz tomó el nombre de Ramón de Carranza; en Madrid, al Manzanares le pusieron el nombre de Vicente Calderón -quien ponía su "Rolls" al pie de la escalerilla del avión para recibir a la mítica "Madame Riti" cuando llegaba a Barajas- y hasta en Oviedo al campo de Buenavista le dieron el nombre de Carlos Tartiere.

Pero he aquí que en Gijón no fue así. Una noche que estaba reunida la Junta Directiva en una cena en la "Taberna Gallega", Francisco Carantoña nos envió a José Antonio Rodríguez Canal y a mí a comunicar la oposición total del diario local a la pérdida del nombre de "El Molinón", ya que Carlos Méndez Cuervo no gozaba precisamente de sus simpatías.

Una nueva sede para el Club de Regatas. La pujanza económica también afectaría a sociedades como el Club de Regatas, que tras un referéndum aprobaría el 19 de mayo el convenio para realizar una nueva edificación en la sede fundacional de la calle Corrida que se había quedado obsoleta. La propuesta hecha por Ángel Rodríguez consistió en que, mediante la cesión por parte del RCAR de los vuelos del edificio entregaría tres plantas terminadas con calefacción incluida: semisótano, bajo y entresuelo con entrada independiente más dos millones de pesetas. Ángel Rodríguez siempre me comentaba que uno de los grandes errores de su vida fue no haber construido allí un hotel, en lugar de hacerlo en Candás.

Pedro de Silva, secretario del "Ateneo Jovellanos". Mientras tanto, en el "Ateneo Jovellanos", el 11 de mayo quedaría constituida una nueva Junta Directiva políticamente compensada, bajo la presidencia de Lorenzo Sarmiento Fernández, con Luis Adaro Ruiz-Falcó -como vicepresidente encargado de la biblioteca y Simón González Sánchez como vicesecretario- y Pedro de Silva Cienfuegos-Jovellanos como secretario, en su emergencia hacia la vida pública; además de Carlos Menéndez de Alba -vicepresidente de conferencias, con Alfredo Noval Junquera como vicesecretario-, Alfredo Miranda Ferreras -como vicepresidente de Bellas Artes, con el vicesecretario Fernando Magdaleno Laca- y los vocales Jesús Urrutia García, Isaac del Rivero y José María Jaureguizar.

Universalización de la vida nocturna. A nivel festivo, tras el éxito del "Play Boy 1", en Cimadevilla -el primer club de jazz de la ciudad-, los inquietos hombres de la "nuit" gijonesa, Ángel Junquera y Alfredo Fernández, abrieron la discoteca "Play Boy 2" -en un sótano sin el debido acondicionamiento sonoro- donde triunfaban "Los Zafiros Negros", con go-gos finlandesas, y "Merche y Los Ministros". En el "Náutico" tocaban "Los Almirantes" y la orquesta "Miami". Danny Daniel y Donna Hightower ganaron el segundo premio del III Festival Internacional de la Canción de Málaga con el tema "Dreams like mine".

En "El Jardín" actuó sólo con su guitarra el asturiano Manolo Díaz y el 20 de agosto el jurado compuesto por: José Manuel García Cifuentes -presidente-, Alfredo Suárez -secretario- y los vocales Paloma Rodríguez Pelayo, Begoña Muñiz, Alfredo y Ramón R. Longoria, Juan Carlos Álvarez, Ángel Fernández-Miranda, Fernando Mingotes, Marino González, Juan Catrain, Gonzalo Ángel Menoyo, Fernando Menéndez, Máximo Riera y Fernando y Corsino García Rendueles eligieron a las reinas del año.

La reina de "El Jardín" fue Begoña Fernández -de Gijón-; la reina de "La Costa Verde", Martine Ichabot -de París-; la reina de "El Verano", Lourdes Gordillo -de Madrid-; la reina de "Los Forasteros", Amik Guegan -de París-, la reina de "Los Ye-Yes", Lola Hamez -de Marruecos- y la reina de "La Juventud", María Jesús Maldonado -de Gijón-.

Ya toda una alianza de civilizaciones.

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