Hace dos años llegaba a las librerías "Lorenzo Blanco y los crímenes inoportunos". Su autor, Eduardo Arias (1981), un ingeniero informático cautivado por la novela negra, anunciaba aquella narración que arrancaba con la inauguración de la "Semana negra" como la primera de una serie con título explícito: "Gijón criminal". Llega ahora la segunda entrega, con el mismo sabueso. "Lorenzo Blanco y el asesino políglota" se presentará el próximo sábado, a partir de las siete y media de la tarde, en la librería La Buena Letra.
Al igual que otros escritores de novela negra, Eduardo Arias ha optado por situar sus historias en una ciudad que ama y conoce a la perfección. Y eso que nació en Oviedo. "Gijón tiene de todo y me permite ambientar historias de crímenes, que sean interesantes y a la vez creíbles", afirma. El novelista intenta que los casos a los que se enfrenta su joven detective privado (tiene licencia) sean verosímiles.
"Gijón es mi ciudad preferida y la que mejor conozco, así que me siento cómodo desplegando mis tramas por unos espacios que dan el perfil, además, de gran ciudad", explica Eduardo Arias. En la portada de esta segunda entrega, una imagen del "Elogio del horizonte", por si cupiera alguna duda.
En "Lorenzo Blanco y el asesino políglota", el investigador de Eduardo Arias se enfrenta a un psicópata que perpetra en Gijón una serie de asesinatos. Todas las víctimas tienen un mismo perfil: son jóvenes, guapas y rubias. "Hay que poner un poco de imaginación", concede el narrador. La policía anda un poco despistada con esa ola de crímenes, así que vuelve a contar con Lorenzo Blanco como asesor externo, como en aquel primer caso de hace dos años.
Entre estas dos entregas de "Gijón criminal", Eduardo Arias ha publicado otra novela, "No hay vuelta atrás (del infierno)", una historia de suspense sobre un policía apátrida infiltrado en una unidad especial. El escritor asturiano es un firme defensor de la novela negra: "Me interesa como lector, no sólo como escritor; es uno de los géneros que mejor se adapta para hacer crítica social".
A sus 35 años, Eduardo Arias se siente razonablemente satisfecho por el funcionamiento de aquella "Lorenzo Blanco y los crímenes inoportunos". "Tuvo buena acogida y hay ya un publico fiel a la serie", asegura. Los personajes de "Gijón criminal" son de ficción, claro, pero su autor toma de la realidad calles, cafeterías o parques.
A Eduardo Arias, que se confiesa lector con preferencias por el policíaco y la ciencia-ficción, le gustan especialmente desde Conan Doyle o Simenon, a Andrea Camilleri y Márkaris.
