Un viaje de aproximadamente 20.000 kilómetros, con paso por 34 países, durante un mes para ir desde Gijón a China, y después emprender el viaje de vuelta. Es el plan de vacaciones de Marcos Castro, vecino de La Calzada, que el próximo sábado se subirá en su moto Suzuki V-Strom para emprender su recorrido más largo, después de que los últimos años ya haya rodado por Rusia, Marruecos, Escandinavia, Laponia o el Cabo Norte.
La excursión motociclista a China le servirá para celebrar sus 50 años, que cumplirá durante el viaje. "Es la celebración perfecta. Siempre quise una moto grande, pero nunca pudo ser por falta de tiempo, y una vez que se tiene es inevitable viajar. Porque soy viajero antes que nada, y una moto te ayuda mucho más a la hora de desplazarte", resalta.
Aún no ha calculado el gasto que le supondrá la aventura. Pero sí avanza que 1.500 euros se irán para la gasolina y otros 1.000 para los visados. "Merece la pena sin duda. La moto te otorga independencia, paras y ves lo que quieres. Disfrutas más el paisaje, hueles mucho más y tienes más interacción con los pueblos", comenta.
La aventura la emprenderá con lo justo. En su moto solo llevará unos soportes con dos neumáticos extras, dos garrafas de gasolina, dos maletas con ropa, comida y herramientas. Cada día tiene previsto conducir cerca de diez horas, y para dormir utilizará tiendas de campaña en el desierto o alojamientos baratos de carretera. "La gente apuesta si llegaré o no", bromea este gijonés, que apunta a modo de anécdota que "en un único día una vez rodé por ocho países distintos: Suiza, Liechtenstein, Alemania, Austria, Hungría, Eslovaquia, Chequia y Polonia"
Este sábado saldrá desde Cangas del Narcea a las 18.00 horas, donde se está celebrando la feria "Aventurerinos". El viaje será circular, con la ida desde el sur de Europa por los Balcanes, Turquía, Georgia, Irán o las ex republicas soviéticas. Y la vuelta por Rusia, Kazajistán, Ucrania y Rumanía. Aunque a China llegará solo hasta la frontera más cercana, en Kirguistán, "porque me cuesta 1.200 dólares entrar y salir por Mongolia y dar una vuelta por el país", matiza.
Se trata de una aventura muy especial, en la que aprovechará el solsticio de verano para disponer de más luz, y poder disfrutar de su moto y la carretera. "Lo que tengo claro es que acabas llegando fijo al destino. Si la carretera está cerrada, vas por otra, siempre puedes llegar a lo que te propongas. Con teléfono y tarjeta de crédito nada es imposible. Y vas además con una baliza para que la familia te tenga localizado", concluye Castro, dispuesto ya para echar a rodar.
