La segunda sesión del juicio contra los siete detenidos en la "Operación Tortellini" -investigación realizada por la Guardia Civil contra el tráfico de drogas en Gijón- estuvo protagonizada por los testimonios de los agentes de la Benemérita que realizaron tanto los seguimientos a los implicados, desde noviembre de 2015, como las detenciones de los supuestos partícipes en la venta de cocaína en la ciudad que afrontan 53 años de prisión. Detenciones que tuvieron lugar el 4 de julio de 2016.

Todos los intervinientes ratificaron ayer sus informes, que aseguran que los encausados adquirían los estupefacientes en Madrid y los llevaban en coches previamente manipulados de forma idónea para ocultar la sustancia. En Gijón procedían a su venta en distribución. Los testimonios aportados coinciden en señalar que las reuniones entre cinco de los acusados -los que se enfrentan al cargo de pertenencia al grupo criminal- eran prácticamente diarias y que sus respectivos ritmos de vida, sin tener ningún trabajo conocido por el que recibir ingresos que lo sustentasen, eran demasiado altos. Dos Guardia Civiles expresaron que algo así podría explicarse por el tráfico de drogas. La primera detención se produjo en julio, en el peaje de "La Magdalena", en el Huerna. Allí interceptaron un vehículo "Seat Ibiza" que conducía uno de los acusados. En el registro encontraron 5.030 gramos de cocaína. A raíz de ahí llegaron el resto de los arrestos que motivaron el ingreso provisional en prisión de cuatro de los siete detenidos.