Están dispuestos a cambiar sus armoniosos instrumentos y el micrófono por un silbato y un megáfono. Los músicos locales de Gijón están hartos de las dificultades que se encuentran para actuaciones en directo tanto en establecimientos hosteleros como en la vía pública, ya sea de día o de noche, y, por eso, se decidieron a mostrar ayer su enfado tanto con la administración autonómica como con la municipal, algo que ya ocurrió en Oviedo. A ello también empujó la reciente y polémica actuación en la que la Policía Local sancionó a una banda de gaitas gijonesa por actuar en una fiesta en las calles de Cimavilla.

Representantes de diferentes colectivos de artistas comparecieron ayer junto con Xixón Sí Puede e IU para denunciar su situación. "Estamos luchando por nuestros derechos laborales, para que tengamos una profesión como todo el mundo y poder hacerla", recalcó Isabel Muñiz, portavoz de "La Caja de Músicos", que cree que las polémicas sanciones de la Policía Local "suponen un atentado manifiesto a la cultura popular y al acceso que toda la ciudadanía por ley debe tener a la misma". Denunció que la normativa sobre música en directo "se aplica de forma elitista" y anunció que "la música seguirá sonando en Gijón aún cuando ello implique un ejercicio de desobediencia civil, porque una ciudad sin música es una ciudad muerta".

Muñiz habló secundada por Lidia López y Miguel Uría, del colectivo "Tres Buitres", y de Cristina Montull, del colectivo asturiano de jazz. Igualmente, el movimiento vecinal estuvo apoyándoles con la presencia de Adrián Arias, presidente de la federación urbana. La representante de "La Caja de Músicos" recalcó que "estamos comprometidos con el descanso de los vecinos así como con el compromiso cultural" y resaltó, en asturiano, que "si la música ye delitu, nos vamos ser delincuentes".

Igualmente recordó la necesidad de modificar la "obsoleta" normativa autonómica sobre espectáculos para que se legalicen los conciertos en directo en locales. Un problema ante el que criticó "la pasividad" del Principado.

En un mismo sentido se expresó Lidia López, que reivindicó la música como "parte fundamental en la identidad cultural de una ciudad" y criticó que "no tenga la misma consideración la música en directo que la música grabada". Bajo su punto de vista "es una falta de inteligencia estar apostando por un modelo sancionador en vez de un modelo incentivador" y enfatizó que "la música no es ruido, no puede ser considerada actividad molesta".