Quien no recuerda los míticos Seat 124, 127 o 600; u otros clásicos de la carretera de hace 30 y 50 años como el Renault 5 y 9; el Ford Fiesta y Escort; Opel Manta; Mini 850; el Mercedes 300; un Ford Taunus; o el Citroën 2 CV. Coches clásicos, muy bien cuidados, adaptados a los tiempos actuales, y con mucho encanto y tirón para los nostálgicos. Cerca de 40 reliquias estuvieron ayer presentes en una exposición en las fiestas de Cabueñes, la gran atracción de la jornada.

"Vinieron más que otros años. Es una de las actividades con más encanto de las fiesta", señala Ignacio Moro, presidente de la comisión de Cabueñes. La lluvia no impidió que el público visitara la exposición, en la que participó por ejemplo Rubén Lavandera con su Seat 600, que hará el próximo mes 50 años. "A la gente le gustan mucho. Tener un coche clásico supone una inversión al inicio, pero después el gasto no es muy elevado porque es solo mantenerlo", indicó, al mismo tiempo que lanzó un mensaje a los políticos. "No estamos de acuerdo en que quieran volver a hacernos pagar la viñeta como se plantea en Oviedo, son coches que la gente los disfruta al verlos pasar y que tienen su encanto y producen nostalgia".

También estuvo presente en Cabueñes con su Ford Taunus de hace más de 30 años Carlos Sánchez, que lo ha decorado a su gusto. "Le he arreglado yo mismo el motor, la carrocería o el claxon, que tiene tres sonidos, el normal, el de una vaca o el de la canción de la cucaracha", comenta. En el caso de Alonso Fernández se presentó en la fiesta con su Mercedes 300. "Es un coche que antes era imposible de obtener a nivel económico y que ahora lo disfruto y cumplo un sueño con él", resaltó.