En los últimos años en Gijón han aumentado las medidas de control para garantizar la seguridad, y más aún estando en nivel 4 de alerta. Una de ellas es someter a control policial a todos los vehículos de gran tonelaje, en concreto sobre aquellos de más de 16 toneladas, que entran en la ciudad en fechas próximas a eventos de envergadura. Una decisión que comenzó a hacer efectiva tras el atentado de Niza, en julio de 2016, que le costó la vida a más de ochenta personas tras ser arrolladas por un camión en un episodio más de terrorismo yihadista.

Sin entrar en detalles sobre el protocolo empleado -"las medidas de seguridad pierden su eficacia si se publicitan", bromeó el concejal- sí desveló que desde hace más de un año "se paralizan todos los vehículos de transporte rodado en un anillo de seguridad a la entrada de la ciudad, en fechas próximas a todos los eventos que supongan un amplio número de personas y, también, aleatoriamente cuando hay indicaciones de situaciones de riesgo".

En esta línea de actuación está previsto que se incrementen las medidas de autoprotección en Gijón mediante la adquisición de depósitos móviles de agua o barreras de cemento. El Ayuntamiento ya ha comenzado a trabajar con jardineras de agua que se ubican en los accesos de grandes eventos -para evitar casos como el de Niza- siguiendo los pasos de otras ciudades de Europa que así funcionan en defensa. Además, Esteban Aparicio aprovechó la Junta de Seguridad Local para solicitar más efectivos policiales en Gijón.