Al Club Hípico Astur (Chas) le urge encontrar una solución que le aporte una inyección económica necesaria para su viabilidad a corto plazo. Y, por eso, su directiva ya no puede esperar más a que los dirigentes del Grupo Covadonga se decidan a ejecutar su interés en llegar a un acuerdo para hacerse con todos los terrenos de la entidad hípica a cambio de costearles nuevas instalaciones. Jesús Kocina, presidente del Chas, explicó la situación ayer a sus socios y les ofreció una solución diferente al acuerdo con el Grupo, que pretende someter a votación a principios de julio.

"No es el tiempo para acordar con el Grupo", reconoció ayer Kocina, que ha estado siempre interesado en dar prioridad a buscar una salida al Chas de la mano de la entidad grupista, cuya directiva no vive momentos fáciles que les permitan centrarse en la operación con el Chas al tener que enfrentarse a una reformulación de sus presupuestos y a problemas de división en su masa social. "He hecho todo lo posible para buscar un acuerdo, pero quieren alargarlo en el tiempo todo lo posible y nosotros no podemos aplazarlo más", argumentó Kocina.

El Chas necesita afrontar "inversiones ineludibles" en sus instalaciones, y, además, se enfrenta a una reclamación económica de un millón de euros por parte de una empresa que iba a gestionar las pistas de pádel, con la que firmó un polémico contrato en su día el expresidente Miguel Salvador López. En la actualidad, tras salir del concurso de acreedores y evitar la liquidación, la directiva de Kocina ha llevado al Chas a un equilibrio entre ingresos y gastos. Sin embargo, esa situación de equilibrio, sin pérdidas pero sin superávit, imposibilita asumir un aumento de la carga de gastos en forma de inversiones en instalaciones o de una posible compensación económica a la empresa que la reclama.

Ante "esta situación" de estancamiento en la salida a través de un acuerdo con el Grupo Covadonga, Kocina ha diseñado una opción alternativa, "la única que nos queda, porque poco más puede haber". Ésta consistiría en alquilar la explotación del local social y la zona recreativa al Grupo Ganax, empresa que ya adquirió una franja de terreno que pertenecía al Chas a cambio de solventarle todas sus deudas y sacarle del concurso de acreedores. Ganax explotaría esa zona recreativa, que mantendría un área reservada para socios del Chas, entidad que seguiría siendo propietaria de sus instalaciones y gestionando directamente la parte hípica y de tiro.

El alquiler que pagaría Ganax serviría para acometer esas "inversiones ineludibles" -algunas de ellas obligadas por las administraciones- así como para hacer frente a la posible compensación económica a la empresa que iba a hacerse cargo de renovar las instalaciones de pádel. Aunque ello supone cerrar las puertas a la operación integral con el Grupo en este momento, a medio o largo plazo la entidad grupista podría plantearse retomar el interés de su expansión total en el Chas, para lo que tendría que renegociar con Ganax, dado que el contrato de su explotación del local social y zonas aledañas será por varios años.

Por último, queda en el aire si Ganax venderá la franja de terreno de 19.000 metros cuadrados que posee a la entidad grupista, algo para lo que ya tenían un principio de acuerdo.