Una instalación efímera en la que confluyen materiales orgánicos congelados, sonidos y dispositivos digitales. "Permafrost", que los interesados podrán ver el próximo miércoles 28, a partir de las cinco de la tarde, es la última propuesta de Laboral Centro de Arte y Creación Industrial. Una escultura sonora (toma el título de la palabra inglesa que alude a las capas de suelo permanentemente congeladas de la tundra de Siberia o Alaska) de corta duración: las cuatro o cinco horas en las que los materiales van descongelándose.

"Permafrost", cuya propuesta conceptual alude a las "geografías inestables" y a las intervenciones del tiempo (también de la mano humana a través de la manipulación tecnológica), es la primera obra al alimón del compositor y artista sonoro canadiense Adam Basanta (Candá, 1985) y del artista multidisciplinar portugués Gil Delindro (1989). Ambos presentaron ayer su pieza, resultado de un mes en residencia en Laboral, junto a la directora de actividades del Centro de Arte, Karin Ohlenschläger.

"Es un obra que resulta diferente cada día", explicó Delindro. La instalación depende de los moldes con tierra congelada y es, según subrayó Ohlenschläger, un "diálogo" entre los procesos geológicos y la tecnología digital. La directora recordó que esta propuesta, que se inserta en las actividades de la Red Europea de Creación Audiovisual Contemporánea (ENCAC), fue elegida entre 180 proyectos provenientes de 34 países. La red ENCAC está liderada por Laboral Centro de Arte, con la colaboración de los organizadores del festival gijonés LEV.

En "Permafrost" es el transcurso del tiempo el que hace la instalación al paso que la deshace. Dicho de otro modo: los bloques de tierra congelada que penden del techo de la sala van cayendo aleatoriamente sobre una plataforma conectada, a su vez, con un software que interpreta el impacto. Y de ahí la pieza sonora. Una instalación para espectadores pacientes, con mirada atenta al instante y oído para las percusiones experimentales.