La charanga "Ventolín" vive "con preocupación" los días previos a la Festividad de San Pedro. El próximo día 29 de junio deberían recibir en el teatro Jovellanos, en el transcurso de un protocolario acto presidido por la Alcaldesa y en el que participa toda la Corporación municipal, una de las cinco medallas de plata de la Villa concedidas por acuerdo de los grupos. Pero a día de hoy la charanga tiene sobre la mesa el debate de si aceptarán o no dicha distinción, y si participarán o no en el acto oficial.

Sería su do de pecho reivindicativo, la expresión más clamorosa de su desacuerdo con la forma en la que últimamente está resolviendo el Ayuntamiento de Gijón las cuestiones que tienen que ver con la música en directo y, más en concreto, con música en la calle. Una polémica alimentada por las multas a algunas agrupaciones cuando hacían animación callejera, por el enfoque como actividad molesta de citas musicales cuando colisionan con reclamaciones vecinales, o la falta de apoyo a los espectáculos en vivo en los locales hosteleros.

"Nos parece una paradoja que los mismos que ahora nos reprimen, que están atacando a la música identificándola como ruido, que están cortando las alas a la expresión artística en una ciudad que siempre se distinguió por su talante, nos den casi al mismo tiempo una medalla de plata de la villa. Y por eso mismo nos parece una falta de coherencia recibir esa medalla cuando llevamos ya dos semanas -los jueves de las últimas dos semanas- participando activamente y movilizándonos en las calle como toque de atención a las autoridades", reconoció ayer Falo Patallo, integrante de "Ventolín". Así las cosas, la situación es compleja, y como tal se la han tomado en la charanga. "Estamos valorando qué hacer; el debate está sobre la mesa y no sabemos si habrá avances en los próximos días en los ámbitos municipales, en todo lo relativo a la aplicación de la normativa y la concepción que se tiene de la música en directo, que nos puedan dejar una ventana abierta que nos sirva para admitir los honores sin caer en la incoherencia", comentó Patallo.

Los integrantes de "Ventolín" transmiten la "preocupación" que siente el grupo ante lo que está sucediendo estos días, porque "no queremos aparecer como más protagonistas de lo que somos, ni queremos dar imagen de soberbia. Hay un sentimiento evidente de gratitud por la medalla, pero a la vez es lógico que nos planteemos nuestra historia y no perdamos la perspectiva de lo que somos y de la conveniencia de admitir este honor que por otra parte tampoco pedimos" y que, según creen, no se corresponde con el momento que viven los músicos en la ciudad. "No podemos aceptar sin luchar que la música sea ruido", y menos, dicen, "que una autoridad repunante haga una lectura restrictiva" de la normativa. Dicen en "Ventolín" que "no hace falta un cambio de normativa", ni una ordenación de la música en la calle que salve a los músicos de posibles persecuciones de la Policía Local. "La normativa que hay no dice nada explícitamente contra la música en directo. Sólo se trata de aplicar el sentido común, ser ecuánime y buscar el consenso", afirman. Y precisamente "con algún gesto" de sentido común podría abrirse la ventana a recibir la medalla, "y una vez allí ya diremos lo que creamos conveniente", sostiene Patallo.