La Federación de Asociaciones de Vecinos de la zona urbana de Gijón (FAV) plantea darle un giro radical al debate sobre la ORA. En lugar de modificar las zonas afectadas por la Ordenanza de Regulación del Aparcamiento y ampliarlas, como plantea el Ayuntamiento, los vecinos sugieren que se abaraten los precios de los aparcamientos subterráneos, cuya ocupación apenas alcanza el 40% en sus plazas en rotación en la mayor parte del año. Así lo indicó el representante de la FAV en cuestiones de movilidad, Manuel Cañete, quien opinó que más que centrarse en buscar cambios en la ORA "lo que hay que buscar son soluciones a la aparcabilidad".

Esa solución, según la federación vecinal, pasa por incentivar el aparcamiento subterráneo. Estos parkings están gestionados por empresas, concesionarias del uso del subsuelo, que es público y no pueden poner un precio libre, sino que "se les fija". Ahí es donde la FAV ve margen de maniobra para el Ayuntamiento.

Cañete apunta una posible alternativa para incentivar el uso de los aparcamientos subterráneos: Fijar una tarifa plana para los residentes, que podría ser de "30 euros mensuales" u otra cantidad que se estableciera, y para los no residentes igualar la tarifa en los aparcamientos subterráneos a la de la ORA, permitiendo además que en los mismos se pueda pagar con la tarjeta ciudadana, como ya se puede hacer en el caso de los servicios municipales.

Manuel Cañete considera que el Ayuntamiento podría buscar acuerdos para fomentar la ocupación de los aparcamientos subterráneos, algo que considera que también podría interesar a las empresas que los gestionan a la vista de la escasa ocupación que tienen la mayor parte del año. El último estudio que se hizo al respecto, en 2014, reveló que el nivel de ocupación de las plazas en rotación era del 40%, salvo en los meses estivales, en los que aumenta significativamente esa cifra.

La FAV estima que su propuesta sí permitiría mejorar la aparcabilidad en Gijón, mientras que el actual planteamiento municipal, de ampliar los límites de la ORA, extendiéndola, entre otros al barrio de La Arena, tendrá como único efecto desplazar los problemas de aparcamiento a otras calles distintas de las que ahora lo sufren, pero no los hará desaparecer: "Los conductores se irán desplazando hasta las calles más cercanas que no tengan ORA", vaticinó el dirigente vecinal.

La FAV celebró en la tarde del pasado lunes una reunión sobre movilidad, a la que acudió el nuevo jefe municipal del área, Ignacio Díaz, dejando así abierto un canal de comunicación con los vecinos. El planteamiento de la FAV es que el documento sobre movilidad elaborado por el Ayuntamiento "es un punto de partida para la negociación, no un fin en si mismo", una negociación que Cañete considera que debe hacerse con los barrios y con los distintos modos de transporte y se tiene que hacer bien y sin prisa: "Pontevedra tardó 15 años y San Sebastián 9", señaló Cañete.

La reunión también sirvió para que las asociaciones hicieran llegar a Díaz algunos de los problemas que tienen. En especial hubo peticiones de la zona oeste, reclamando mejoras en el transporte público en Portuarios y Pescadores y en la conexión por Emtusa de Tremañes con La Calzada. La escasez de aparcamiento y el colapso de las redes viarias de la zona oeste, los problemas de ruido y contaminación por el tráfico, además de las incógnitas sobre cómo va a afectar el desarrollo de los antiguos terrenos de Naval Gijón a la movilidad y los accesos a El Musel, fueron algunas de las cuestiones que pusieron sobre el tapete los vecinos. Los de Jove y El Lauredal también reclamaron aceras peatonales de las que carecen algunos tramos viarios.

Otra de las cuestiones que se planteó en la reunión fue la movilidad en Cimadevilla, para evitar que el barrio se convierta en "una isla cerrada". Que haya aparcamientos para discapacitados, zonas claras de carga y descarga para la hostelería y facilidades para los residentes, son algunos de los planteamientos vecinales.