Enseñan a los mayores a disfrutar jugando a actividades que previamente idearon en el aula; preparan para ellos exhibiciones y exposiciones didácticas. Los alumnos de 3º de ESO del instituto Rosario Acuña, que participan en un proyecto de colaboración con los residentes del centro polivalente de recursos para personas mayores Clara Ferrer, van a aparcar los libros durante cuatro jornadas para pasar dedicar un tiempo a los jubilados, "para amenizar sus mañanas y enseñarles nuevas actividades". Raquel Álvarez, coordinadora de los talleres, explica que los mayores "están encantados con nuestra visita y están deseando que regresemos".

El proyecto vive su segundo año y forma parte de un programa de aprendizaje y servicio. Raquel Álvarez afirmaque la idea es que "los chavales organicen diferentes actividades y después hagan un servicio a la comunidad".

Los alumnos de 14 y 15 años diseñaron diferentes actividades que giran en torno a los ingredientes y las recetas de cocina. "En Biología creamos un dominó especial, de forma que las fichas tienen una imagen de un plato y una palabra al lado para poder encajarlas", explicó Claudia García, una de las estudiantes, que también reveló que "fabricamos un 'pasapalabra' en el que nosotros creamos las preguntas y por último un juego que se llama 'bataco', en el que para ganar hay que encajar diferentes palabras con los platos de cocina y las recetas".

David Gallego sostiene que le gusta mucho compartir el tiempo con los mayores, "porque así salen de la rutina y de su día a día". Otra de las actividades en la que estudiantes y ancianos colaboraron para su desarrollo fue la elaboración de bollos preñaos. "Nosotros mismos hicimos la masa de pan y cortamos el chorizo", expone Gallego.

Las actividades siguen durante hoy y mañana. "En Matemáticas harán juegos manipulativos relacionados con los cereales y en Plástica desarrollarán una visión del cereal en obras de arte a lo largo de la historia", explica Raquel Álvarez. Para poner la guinda a los talleres, mañana jueves los alumnos ofrecerán un concierto y participarán en una degustación de diferentes platos que ellos mismos han cocinado. "La experiencia está yendo muy bien. Los mayores son muy majos", apunta otra alumna, Claudia, quien espera que estas jornadas de convivencia intergeneracional se puedan seguir celebrando en próximos cursos.