Algunos quemaron sus apuntes, otros los malos momentos y todos, ante el fuego purificador, entonaron sus mejores deseos en la noche de San Juan. Algunos se acercaron en familia a contemplar el encendido de la pira y la gran mayoría disfrutó entre amigos de la música, los fuegos artificiales, la enorme foguera de la playa de Poniente y las otras muchas que se organizaron por grupos. La noche más mágica del año reunió a miles de personas en la arena, animados en los instantes previos por la actuación de las bandas de gaitas "Villa de Xixón" y "Noega". La foguera de Poniente, de ocho metros de diámetro, 40 toneladas de madera apilada, y hasta 11 metros de altura, estaba situada en torno a dos grandes círculos de antorchas. Antes de que comenzara a arder, sobre el cielo de la bahía gijonesa rompió la oscuridad un espectáculo pirotécnico de cerca de 12 minutos de duración, con 30 conjuntos repartidos en 18 distintas secciones de disparo. Un lucido espectáculo, intenso, que tenía como novedad con respecto a otros años algunas figuras y formas más atractivas. Y como no podía ser de otra manera en Gijón, entre los colores elegidos por la pirotécnica predominaron los rojos y blancos. Pasados unos minutos lo que dominó fue el rojizo y anaranjado de las llamas de la foguera que encendió con intensidad muy pronto. Era el momento culminante, el que muchos llevaban horas esperando. Porque ayer, como ya es tradición, hubo quienes se acercaron a media tarde hasta la playa de Poniente cargados de cartones y bolsas para sentarse sobre la arena y esperar tranquilos el encendido de la foguera. "Teníamos ganas de que llegara esta noche, porque llevamos todo el año estudiando en Navarra y ya teníamos morriña", explican Sergio López, Jonathan Ruiz y Ana Alonso.

Con muchas ganas de disfrutar de la noche gijonesa acudieron también a Poniente Anabel Rodríguez y su pareja, Jaime Giménez. "Por motivos de trabajo tenemos que vivir en León, por lo que estamos con muchas ganas de pasarlo bien junto a nuestros amigos", cuenta la gijonesa.

Inés Zapico, Julia Serrano y Julián Valle decidieron que la mejor forma de dar la bienvenida al verano era "con amigos, en una noche llena de magia como ésta y con unas cervezas para brindar por tener un buen año". Zapico agradecía que la meteorología respetara la celebración: "Llevaba todo el día amenazando lluvia, pero por suerte al final ha quedado una buena noche para disfrutar otro año". Y que sean muchos más.