La Alcaldesa asumió ayer el liderazgo municipal en la búsqueda de soluciones que ponga fin, a corto y medio plazo, a los conflictos que se viven en la ciudad respecto a la música en vivo. Carmen Moriyón se puso al frente de la reunión celebrada en la Casa Consistorial entre representantes del gobierno y portavoces de colectivos musicales. De esta primera cita salió la decisión de organizar dos meses de trabajo. Una centrada en la problemática de la aplicación de la ordenanza cívica en las actuaciones de música en la calle y otra, con un horizonte temporal más amplio, donde se analice la posibilidad de mejorar las posibilidades de tocar música en vivo en locales de hostelería. En este caso, la capacidad de maniobra del Ayuntamiento choca con las limitaciones que impone la ley autonómica.

Pero el problema que el gobierno forista quiere solucionar, y solucionar ya para evitar más conflictos en estos meses de verano, tiene que ver con la música en la calle. En el recuerdo de todos están las multas a una banda de gaitas por hacer animación callejera en una fiesta. Los colectivos musicales denuncian que la normativa real prohibe la actividad "sea o no sea molesta" para los vecinos.

Moriyón ha planteado a los colectivos de músicos que envíen sus propuestas antes del miércoles para que puedan ser analizadas en una reunión ya prevista el viernes y asumidas de manera inmediata por el Ayuntamiento. Los colectivos de músicos están en la idea de presentar una propuesta que regule formatos y horarios en favor del consenso. También plantean mayor flexibilidad en la regulación de las licencias y, sobre todo, que la posible multa se vincule a la generación de una molestia, no simplemente a que la actuación exista. "Los niños tienen que entender que no es lo mismo una actuación de música en vivo que pegar patadas a una papelera", explicaron portavoces musicales en referencia a la aplicación de la ordenanza de convivencia.