Manuscritos de dos empleados de Mina La Camocha y Trabajos y Explotaciones (Trabex) apuntan los problemas de facturación entre las empresas del fallecido empresario minero Fernando García Brugos, dueño de Mina La Camocha, y Trabex. Estos documentos son dos de las pruebas halladas en el registro en 2001 de la sede social de la mina gijonesa en la investigación de un supuesto fraude de subvenciones impulsada en la que la Guardia Civil concluyó que la mina había revendido a la térmica de Aboño como propio carbón importado, usando como supuesto intermediario a Trabex, y de la mina a cielo abierto de Hullas del Coto Quirós y que para camuflar esas supuestas compras de carbón, ambas empresas emitieron facturas a Mina La Camocha por otros conceptos, según la investigación. El supuesto fraude se remonta a los años 1998 a 2000.

Uno de esos manuscritos lo hizo Jesús Llorente, "auxiliar administrativo" de Trabex que testificó ayer sobre el documento que tituló "resumen de problemas de facturación", del que apuntó que "en algún momento se nos pidió un análisis de las facturaciones de distintas empresas, para saber si eran coherentes o no". A preguntas de las defensas, matizó que "no tengo conocimiento" de que se hubiera falseado ninguna factura y que no recordaba "exactamente cuáles eran los problemas". Ese documento no sólo contenía referencias a Trabex sino también a Carbones San Isidro, Movitrans y Hullas del Coto Quirós, empresas de las que Fernando García Brugos era dueño según el testigo.

El administrativo no pudo ofrecer una explicación a la pregunta del fiscal sobre por qué en un listado aparecieron 64.815,04 toneladas de carbón salidas de Trabex cuando en la documentación oficial sólo figuraban como vendidas a Mina La Camocha 1.200 y tampoco supo explicar por qué para llevar carbón a una explanada de San Martín de Huerces se optó por desembarcarlo en el puerto de Avilés.

Elisa Uría, exadministrativa de Mina La Camocha, realizó otro manuscrito con referencias a qué conceptos usar en la facturación de Trabex con las empresas del dueño de la mina. Ayer señaló que su trabajo consistía fundamentalmente en "sumar facturas" y respecto a ese escrito dijo que "sería un trabajo puntual". Uría recalcó que "me limitaba a hacer lo que se me pedía".

Otros testigos que declararon en la sesión de ayer fueron: el ingeniero técnico de minas y exfuncionario del Principado, Celso Reche, quien dijo no encontrar explicación para que, según informes de la Guardia Civil, de los partes de producción de la mina se desprenda que se produjeron 82.000 toneladas vendibles menos de lo declarado oficialmente por la empresa; el geólogo y extrabajador de La Camocha, José Luis Areces, quien dijo que se puede producir más carbón con la mitad de plantilla, como declaró Mina La Camocha a finales de 1999, pero a costa de no realizar trabajos de preparación, conservación y mantenimiento; y el exsocio de Brugos en Carbones de Linares y fundador de Trabex, Juan José Cachero, quien vendió esta última empresa en mayo de 1998 a José Álvarez, también empresario del sector en Palencia. Cachero sostuvo que su empresa podía recuperar 4.000 toneladas de finos de hulla del material desechado en el lavadero de Mina La Camocha. En el juicio anulado de 2014 ya había señalado que con dos operarios Trabex podía recuperar en ese segundo proceso de lavado 15 toneladas de carbón a la hora.