El Teatro Jovellanos de Gijón acogerá del 10 al 20 de agosto el musical "Dirty Dancing", un espectáculo intergeneracional con capacidad de emocionar al público y que guarda fidelidad a la película del mismo nombre que a finales de los 80 se convirtió en todo un hito del Séptimo Arte. Habrá 16 funciones en el teatro Jovellanos.

Así lo han destacado en rueda de prensa en la sede de Divertia los actores y bailarines principales, Eva Conde y Christian Sánchez, que interpretan a Baby y Johnny Castle en el musical dirigido por Federico Bellone, acompañados de la responsable de Relaciones Externas de la productora LetsGo, Cristina de Póo, y el gerente de Divertia, Jorge González-Palacios.

Sánchez, por su parte, ha destacado que la guionista de Dirty Dancing, Eleanor Bergstein, conserva los derechos de autor y ha dado el visto bueno al musical, que guarda gran fidelidad con la película, según él. De hecho, las escenas suceden en los lugares de la película y ha cambios muy rápidos de escenografía.

Para él, 'Dirty Dancing' marcó un antes y después y su personaje se convirtió en un hito sensual para mucha gente. Es por ello, que su papel se le planteó como algo "difícil", pero gracias a la respuesta del público se ha ido confiando. Ha destacado, además, que se ha convertido en una obra intergeneracional, a lo que ha señalado que se hizo incluso sesiones para colegios y salieron "impresionados".

Asimismo, ha recalcado que toca temas muy actuales y ha recordado que en su día la película se enmarcó en un contexto en el que estaba viva la lucha de Martin Luther King, asesinado en 1968. Se aborda en ella el tema del racismo pero también el aborto, que fue una temática "muy tabú", ha destacado. A esto ha unido que se trata de una historia de amor en el que la protagonista se enamora por primera vez y lo hace de alguien más mayor y de otra clase social.

Sánchez también ha confesado que costó mucho hacer el salto del ngel, aunque ha recalcado que es algo que guarda relación con la compenetración y que no tiene que ver con la fuerza ni ser bailarín. "Costó", ha reiterado.

Respecto al espectáculo, ha indicado que hay músicos en directo y hay otra que es enlatada para mantener la banda sonora todo el tiempo. Si que hay tres personajes que tienen números musicales "justificados", según él, pero ha recalcado que no es una obra musical al uso porque ellos, los dos protagonistas, no cantan. En esto, ha resaltado que la guionista de la película se empeñó mucho en mantener cada detalle del film, y como en él no cantan, en el musical tampoco.

TEMAS ACTUALES

Ha incidido, además, en que son personajes con más profundidad. En su caso, ha señalado que interpreta a un chico que baila, que es sensible, con miedos e inseguridades, pero que vestía con una chupa de cuero y unas gafas de sol.

Y aunque ha reconocido que en el baile hay dificultades, ha matizado que es más trascendental la historia y saberla transmitir, porque en el escenario es difícil que el de las últimas butacas esté viendo la mirada o si lloras o no. Con todo, ha dicho que se queda con la experiencia de que la gente va al teatro y llora después de revivir una historia. Ha indicado, en este sentido, que hay cosas "muy bonitas" que suceden con el público.

De igual forma se ha expresado Conde, por su lado, quien ha destacado la importancia de ser capaz de poder transmitir tanto en el escenario y ver esas caras de emoción del público. "Es un gustazo interpretar un personaje tan querido", ha apuntado.

Ha explicado, además, que la gente se sabe todo al dedillo y van examinando si se hace como en la película. Ella misma ha reconocido que ha visto muchas veces la película para coger cada detalle. También ha resaltado que tiene más de 15 cambios en escena y que esto son "muy rápidos". Además, ha confesado que en la primera parte del espectáculo su personaje se supone que no sabe bailar, y para ella, siendo bailarina, eso ha sido uno de los retos mayores del musical.

Por parte de la productora, De Póo ha apuntado que son dos horas y cuarto de musical en el que no hay caída del telón, sino que se combinan cambios de escenarios con plataformas que van moviéndose. Habrá, además, 24 artistas en escena en un musical que, según ella, cuenta con un movimiento 'fan' de generación en generación.

ÉXITO "ABSOLUTO"

Ha destacado, también, que el musical está resultando un éxito "absoluto" en todo el mundo desde 2004 y ya tienen casi todo ocupado para 2017 y 2018 de la presente gira. En este sentido, ha apuntado que se superan ya los 150.000 espectadores.

En el caso de Gijón, el espectáculo estará del 10 al 20 de agosto con doble función los viernes, sábados y domingos y el día 15, festividad de Begoña, mientras que el resto de días habrá solo una función.

González-Palacios, por su parte, ha apuntado que se han tratado de ajustar los precios para que pueda ser asequible, con entradas a 55, 49 y 29 euros, aunque las dos funciones primeras serán a 26. Este ha destacado el compromiso de Divertia para traer a la ciudad una programación de primer nivel no solo nacional sino también mundial, a lo que ha citado anteriores musicales como el de Priscilla y Cabaret.