Salieron a pasear con sus tres perros y lo que debería haber sido una agradable velada en la playa de Verdicio se convirtió el pasado lunes en un amargo trago para una pareja catalana de vacaciones en Asturias. Víctor Costa y Marta Margenat se vieron obligados a rescatar con cuerdas a una de sus mascotas tras precipitarse el animal por un acantilado vertical de unos 15 metros de altura. "Llamamos al 112 y no quisieron ayudarnos, nos dijeron que no rescatan animales", denuncian con amargura y el susto aún en el cuerpo.

La pareja llegó el lunes en su autocaravana al Cabo de Peñas, y después de visitar la zona decidieron ir a dormir a la playa de Verdicio. Estaban dando un paseo por la zona al atardecer cuando sus tres perros salieron disparados detrás de un gato. Uno de ellos llamado "Toxu", se despistó y acabó rodando acantilado abajo. Consiguió resguardarse un saliente de roca a salvo de las olas, a 15 metros de profundidad, y sus dueños llamaron a emergencias para solicitar ayuda. La sorpresa llegó con la respuesta al otro lado del 112. "Que no hacen rescates de animales, nos dijeron, y nos pasaron con la Guardia Civil y el Seprona, que tampoco nos resolvieron nada", denuncia Víctor Costa. Todo lo que obtuvieron de la llamada fue una advertencia: "que no bajáramos a por el perro".

Pero la noche se echaba encima y decidieron pedir ayuda por otros medios. "Nos acercamos a otras furgonetas aparcadas en la playa y un chaval de Granada llamado Miguel, que da la casualidad de que es escalador, nos prestó unas cuerdas y un arnés para bajar a por Toxu", explican. La maniobra, ya con la noche encima, duró dos horas largas y fue muy trabajosa, porque "fue necesario atar las cuerdas a la bola del remolque para descolgarme a por el perro y luego el chaval fue tirando con el coche poco a poco hasta que logramos salir", relata Costa. El perro, un cruce de rottweiler y boxer, pesa 40 kilos y presentaba numerosos golpes, que se suman a los muchos arañazos que se hizo su dueño en el descenso y rescate por el acantilado, ya de noche "y alumbrándonos con el frontal". La Guardia Civil llegó "después de que nos habíamos ido, como nos dijo el chico que nos ayudó", lamenta.

Porque "Toxu" estaba herido, con fiebre, y lo trasladaron a un veterinario de urgencia a Avilés. De allí, y dado su estado, quedó ingresado en una clínica veterinaria de Gijón donde se recupera ahora de sus hematomas. "Tiene que estar en observación 72 horas para descartar que haya hemorragias internas, aunque tiene muchos golpes. Hoy por fin hemos logrado que coma algo", cuentan sus dueños tras visitarlo en la clínica.

La pareja denuncia "la actitud del 112", sobre todo después de que ayer se pasaran por el parque de Bomberos de Gijón. "El jefe del parque nos explicó que es muy raro lo que ha pasado porque ellos sí hacen rescates de animales a petición del 112, pero a nosotros no nos quisieron ayudar", afirman. Sus dueños esperan que "Toxu" pueda recibir el alta y seguir con sus vacaciones por Asturias. Accidentadas, pero si todo sale bien, con final feliz.