Hasta el próximo 22 de octubre se podrá visitar la exposición titulada "Mariano Moré en el Museo Piñole. La familia del artista como pretexto", que ayer se inauguró en un acto en el que también se presentó "El pintor Mariano Moré (1899-1974)", un avance de la futura catalogación sistemática de la obra del pintor gijonés, cuyo autor es Juan Carlos Aparicio Vega, doctor en Historia del Arte. La publicación corrió a cargo de la Fundación Alvargonzález.

Y Ramón María Alvargonzález, director de la citada fundación, fue el encargado de reivindicar a Mariano Moré Cors (1899-1974) como uno de los pintores esenciales de Gijón junto a "los dos grandes, Valle y Piñole", en una villa que desde el último tercio del siglo XIX, por el "marco socioeconómico", requirió una "potentísima demanda de artistas de artes gráficas", tanto para la industria como para las familias burguesas.

En la exposición se presenta una selección de pinturas de Moré, realizadas en los años treinta y cuarenta del siglo pasado, que pertenecen a las colecciones familiares del artista y al Banco Sabadell Herrero. Todas ellas constituyen "un velado retrato del entorno más personal del autor".

Por su parte, la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Gijón, Montserrat López Moro, calificó a Mariano Moré como "uno de los mejores pintores asturianos del siglo XX" y Juan Carlos Aparicio destacó de su trabajo el manejo de "fuentes inéditas" sobre la vida del pintor durante los años de la Segunda República y la Guerra Civil, así como su compromiso con las causas sociales de la época. Moré es uno de los grandes artistas asturianos del siglo XX, enfatizó, "especialmente entre la tercera y la quinta décadas". En el acto también estuvieron presentes tres nietas y un nieto de Mariano Moré y Lucía Peláez, directora del Museo Nicanor Piñole.