Victoria Eugenia A. R., la madre gallega que se llevó a sus hijos desde Gijón a Ribadeo sin el consentimiento de su padre, que era quien tenía la custodia de los menores, acaba de ser condenada a dos años de cárcel, uno por cada uno de sus descendientes, por un delito de sustracción de menores, además de inhabilitarla para ejercer la patria potestad de ambos por un periodo de dos años.

Del mismo modo, la sentencia pena a la abogada de la mujer a una condena de seis meses de prisión por cada uno de los menores e inhabilitación para ejercer la patria potestad durante un año como cómplice del delito mencionado, según reza en la sentencia. En el caso de la madre concurren "circunstancias atenuantes analógicas de anomalía o alteración psíquica y dilaciones indebidas", sostiene el juez.

Quedan absueltos en cambio de las penas solicitadas por la fiscalía y la acusación particular los tres tíos y los abuelos de los menores. En total, la solicitud de la Fiscalía ascendía hasta 38 años de prisión para el total de los acusados por un presunto delito de sustracción de menores.

El caso se remonta al año 2007, cuando un juzgado de Gijón dictó la sentencia de divorcio de la pareja y le otorgó la custodia de los niños a la madre, aunque con un régimen de visitas y estancias con el padre. En septiembre de 2009, el padre presentó un escrito en los Juzgados de Gijón para que se requiriese a la mujer y entregara a los niños a su exmarido, por lo que la progenitora y su abogada fueron citadas para presentarse en sede judicial, pero ninguna de ellas compareció.

El Juzgado acordó entonces que ambos menores pasasen a "convivir con su padre" y suspendió "todo tipo de comunicación y estancia de los mismos con su madre". La mujer tampoco compareció en la vista sobre la modificación de las medidas acordadas en la sentencia de divorcio, que se celebró el 10 de junio de 2010, lo que provocó que se ratificase la resolución de que los niños pasasen a convivir con el padre.

La sentencia fue confirmada por la Audiencia Provincial de Asturias, pero "con la finalidad de evitar el cumplimiento de dichas resoluciones" y "a sabiendas de su deber de entregar a los menores a su padre", se "ocultó" con ellos, "sin dar a conocer el paradero de los mismos" y no dando "señales de vida".

La madre y los niños fueron finalmente localizados por la Policía Judicial el 3 de mayo de 2011, en una vivienda de la localidad lucense de Ribadeo. Los menores estuvieron "desde septiembre de 2009 a mayo de 2011", metidos "en un domicilio sin salir apenas de casa" y "saliendo únicamente por la noche", sin estar "escolarizados" y "sin control médico alguno".

Apoyo familiar

Durante ese tiempo la familia de la madre les habría prorporcionado los alimentos y el dinero en metálico que necesitaba para permanecer oculta con los niños, además de ocuparse del alquiler del piso y otras "gestiones". Así, la mujer "no tenía que salir de casa, donde permanecía con los menores".

El juez no ha considerado que la familia de la mujer cometiera los delitos de sustracción de menores y abandono de familia que la fiscalía les imputaba en un principio, por lo que han quedado libres de cargos.