Adrián Barbón, precandidato a la secretaría general de la Federación Socialista Asturiana, abrió la caja de los truenos en Gijón el pasado jueves al asegurar que lo primero que haría, en el caso de ser elegido, sería "pactar con Podemos e Izquierda Unida para echar a la derecha del Ayuntamiento de Gijón". Las palabras de Barbón han vuelto a atizar las ascuas de la moción de censura contra la forista Carmen Moriyón.

La respuesta de su adversario en el proceso de primarias del PSOE asturiano, José María Pérez, portavoz además del grupo socialista en el Ayuntamiento, no se ha hecho esperar y lejos de calmar las tensiones que marcan, desde el inicio del mandato, las relaciones entre las fuerzas políticas de la izquierda, no ha hecho sino levantar una polvareda que parecía definitivamente asentada.

"No se pueden extender recetas antes de hacer un diagnóstico", afeó Pérez a su contrincante. "Agradecemos el interés en Gijón pero antes habría que tener una conversación previa para conocer el terreno y la labor que los ediles del PSOE realizan cada día en el Ayuntamiento gijonés. Es imprescindible contar con ellos para hacer propuestas que les conciernen", enfatizó el portavoz municipal socialista.

"Hay que huir del adanismo, de pensar que el mundo empieza cada día y no hay nada antes", explicó Pérez. "Hay una historia los dos últimos años que conviene no olvidar y tener presente para tomar las decisiones", en clara referencia a la falta de entendimiento, hasta ahora, de las fuerzas de izquierda en el intento de descabalgar a la alcaldesa forista. "Acuerdos sí, pero no a cualquier precio, no querer estar en el poder a toda costa", enfatizó el actual líder de los socialistas gijoneses. "No vamos a renunciar a lo que defendemos ante los ciudadanos, a valores y principios en aras de no sé qué sillón de gobierno", especificó, haciendo referencia a la decisión tomada, en la Casa del Pueblo, sede socialista, hace dos años, de no rubricar un pacto de izquierdas para desbancar a Moriyón sin garantizar "unos mínimos de respeto".

Para José María Pérez, en el hipotético caso de que hubiera moción de censura en Gijón el alcalde habría de ser socialista. "Es fundamental que se acepte la legitimidad de los resultados electorales y se respete a quien fue la fuerza más votada de la izquierda, el PSOE". En Gijón no hubo acuerdo municipal pero sí en Oviedo, donde gobierna un tripartito con el alcalde socialista, Wenceslao López, sustentado en el apoyo de Somos (marca local de Podemos) e Izquierda Unida.

A juicio del portavoz socialista, y sin citar a ninguna fuerza política, aunque el dardo va claramente dirigido a Xixón Sí Puede, a principio de mandato"se quiso despreciar, no facilitar, un diálogo franco y un acuerdo", por lo que, aseveró "para hablar de futuro antes hay que subsanar esto". Sin querer "entrar en reproches", José María Pérez aseguró que "se llegó a poner en duda la honradez de los socialistas. ¿Si no soy digno de recibir tu apoyo, cómo soy digno para dártelo?", concluyó.

Las palabras de Barbón reavivan un debate que llevaba meses silenciado pero que en las últimas fechas volvió a activarse, tras conocerse que una facción local de Podemos se mostraba a favor de la moción de censura. Sin embargo, la visión de la jugada desde el podemismo oficial es bien distinta. "Si tan importante es la plaza de Gijón, sean generosos y den la Alcaldía a Xixón Sí Puede", animó Mario Suárez del Fueyo, portavoz de dicho grupo municipal. "El problema en Gijón", aseguró, "se arrastra desde el 15 de junio de 2015, ha habido dos años para tomar una decisión y no se ha hecho". A su juicio, el problema no se resuelva "con un cambio de caras", sino que ha de procurarse "un viraje radical".

De hecho, para Eel Fueyo, el grupo municipal morado ha encontrado en estos dos años "pocas coincidencias" con el PSOE en los temas fundamentales de la ciudad, como en el caso de la renta social, la remunicipalización del Servicio de Ayuda a Domicilio o el Plan General de Ordenación en el que, afeó, "ellos defendieron un PGO a favor de los especuladores". Del Fueyo tampoco quiso dejar de rescatar otro de los que para él son grandes escollos de esta negociación: el "caso Musel", que investiga las supuestas irregularidades en las obras de ampliación del puerto. Para el portavoz de Xixón Sí Puede, "hay responsabilidades políticas y está por ver si también judiciales", que hasta el momento afectan a directivos y no a políticos pero "la misma gente que hizo esa política está en el mismo lugar", aseguró.

El tercer afectado, Aurelio Martín, portavoz de Izquierda Unida en el Consistorio, quien incluso habría sonado como principal candidato a ocupar la Alcaldía en caso de que se hubiese llevado a cabo el pasado invierno una moción de censura que los ocho millones destinados por Foro a la renta social municipal para contentar a la izquierda acabó por desbaratar. Martín no oculta que no haber logrado un pacto de izquierdas para gobernar Gijón es espina clavada, "el gran error de este mandato". Sin embargo, no entiende qué puede aportar Barbón para que este acuerdo llegue a buen puerto, ya que las tres fuerzas políticas tienen "cierto nivel de autonomía" para conseguir o no pactos. Para el concejal de IU, esta es "una legislatura medio perdida" por lo que exige a la izquierda gijonesa "un esfuerzo para revertir la situación" que, lejos de arreglarse, parece tan enquistada como al inicio del mandato.