Muchos minutos antes de que sonaran los primeros acordes ya no cabía un alfiler frente al escenario principal del Festival Metrópoli. La de ayer fue una jornada multitudinaria en la cita que inaugura el verano gijonés, pero el plato fuerte estaba reservado para la noche. El grupo Fangoria levantó pasiones en el festival, que registró un lleno hasta la bandera para ver el espectáculo de Alaska y su teclista Nacho Canut.

"Me encanta estar en la tierrina", declaró la cantante, a lo que siguió una salva de aplausos, aunque la gran ovación de la noche el público se la brindó a su pareja, Mario Vaquerizo, al ser enfocado por las cámaras bailando al ritmo de "Manual de decoración para personas abandonadas".

Antes, el concierto había comenzado con una introducción de sonidos a modo de banda sonora para dar entrada al grupo que inició el espectáculo con "Rey del glam", para seguir con "El cementerio de mis sueños" y uno de los himnos del grupo de Alaska, "Ni tú ni nadie", que el público gijonés entonó a voz en grito, sin parar de bailar merced al buen rollo que infunde Fangoria con sus pegadizas letras.

Tras interpretar "Disco Sally", Alaska desapareció momentáneamente del escenario para cambiarse de vestuario mientras el cuerpo de baile daba una exhibición al ritmo que marcaba el guitarrista del grupo con el theremin. Fue el único respiro permitido en una noche que todo Gijón se pasó bailando.