Las cuentas no salían en la Mina La Camocha, ni en el número de toneladas extraídas y vendidas ni en el tipo de carbón que supuestamente salía del yacimiento gijonés. Así lo pusieron ayer de relieve los peritos citados a prestar declaración en la sesión del juicio por el presunto fraude en la explotación.

Como ya hicieran en la primera sesión del juicio, repetido ahora por falta de imparcialidad en la juez de Gijón que impuso la condena, Rosario Fernández Hevia, los expertos del Instituto del Carbón (Incar) se ratificaron en los informes en los que dejan por escrito cómo el carbón de la Mina la Camocha está compuesto por tres tipos distintos de carbón. También hallaron trazas de coque de petróleo.

Los peritos analizaron en su día una muestra del mineral de la explotación gijonesa. En su estudio pudieron comprobar que "había una mezcla de varios carbones, de tres tipos diferentes", que procederían de diferentes yacimientos, toda vez que "no es posible encontrar en una misma capa de una mina carbones con tantas diferencias", defendieron los técnicos con contundencia. Del mismo modo, señalaron que también se encontraron partículas de coque que "se corresponderían a a una mezcla; hay cosas que por naturaleza no pueden estar juntas".

Además de los expertos del Instituto del Carbón, ayer declararon otros dos expertos, ingenieros de minas, que certificaron los desfases existentes entre la producción real de Mina la Camocha y el carbón vendió la explotación. Uno de los peritos cifró el desfase en más de 84.000 toneladas, después de analizar la documentación incautada en la empresa. Otro la cifró en 81.000 toneladas para el periodo investigado, entre 1998 y 2000. En los casos se da la circunstancia de que "lo que declaró la empresa y el carbón vendible no coincidía". Los peritos ponen de relieve además el hecho de que en estos años se pusieron en práctica dos expedientes de regulación de empleo que redujeron la plantilla prácticamente a la mitad, con lo cual debería haber sucedido lo mismo con la extracción de carbón. "La producción siguió siendo la misma o incluso superior", apostillaron los expertos.

Ayer se suspendió la declaración por videoconferencia de uno de los testigos, con lo que el proceso afronta ya la fase final de conclusiones.