De muchos números -grandes y pequeños, de pasado y de futuro- se hablará esta mañana en el consejo de administración de la sociedad Gijón al Norte. Una reunión que muchos esperan sea el primer paso formal de una nueva etapa en el gran proyecto ferroviario gijonés después de que el ministro de Fomento, el popular Íñigo de la Serna, presentara a finales de junio un plan de más de 500 millones para llevar el metrotrén hasta Cabueñes e impulsar el plan de vías con la estación intermodal en el entorno del Museo del Ferrocarril y que el nuevo responsable de Infraestructuras del Principado, el socialista Fernando Lastra, anunciara que su consejería adoptaría una posición "positiva y constructiva" en el proyecto gijonés ante el interés general de poner en funcionamiento el metrotrén y hacer llegar las cercanías al centro de la ciudad. Ni De la Serna ni Lastra estarán, en principio, en esta reunión en el Ayuntamiento.

Pero antes de debatir sobre la nueva propuesta ferroviaria y la estación intermodal (punto cuarto del orden del día del consejo), los consejeros en representación del Grupo Fomento, el Principado y el Ayuntamiento de Gijón tendrán que mirar las cuentas de la sociedad. Gijón al Norte cerró su ejercicio de 2016 con un saldo positivo de 14,18 euros. A la junta general de accionistas se presentará la propuesta de dedicar 1,42 euros de ese total a reserva legal y 12,76 a compensación de pérdidas de ejercicios anteriores. Unas cifras que pueden parecer ridículas para una entidad que tiene por delante actuaciones de coste millonario. En lo que tiene que ver con la estación junto al Museo del Ferrocarril la sociedad debe financiar 263,35 de los 403,51 millones de coste pendiente de ejecutar. El resto -140,16 millones- es la aportación comprometida por el Ministerio de Fomento con el nuevo sistema de financiación presentado por De la Serna. Al Ayuntamiento y el Principado (que tiene el 25% de la sociedad cada uno) le correspondería asumir 65,8 millones en siete años. Una cifra que puede bajar sustancialmente si al final se logran vender los solares liberados de las vías del ferrocarril para ser ocupados por pisos y dar plusvalías.

En cuanto a los números internos de Gijón al Norte destacan los 74,5 millones de euros del saldo final en el capítulo de existencias, donde se enumeran las ejecuciones de la actuación a desarrollar para la integración del ferrocarril en Gijón. Respecto al saldo final de 2015 hay un incremento de 1,6 millones. Los gastos de personal se elevan a 151.223,58 euros y se corresponden con tres personas en plantilla: una directiva y dos administrativas. Son dos mil euros menos que el año anterior. Una cifra de 269.745,72 euros se van a otros gastos de explotación, de los que 122.658 euros se corresponden con servicios profesionales independientes. Aquí se incluyen, entre otros, los honorarios por la inscripción de las parcelas resultantes del proyecto de reparcelación del terreno liberado de las vías y los honorarios notariales por la firma del nuevo contrato de financiación. A publicidad se dedicaron unos 10.000 euros: alrededor de 7.000 para los anuncios oficiales por el concurso de licitación de las parcelas H1 y H2 ­-no se presentó nadie- y el resto por la instalación de una valla publicitaria en la zona.

En el ámbito económico, al consejo de administración también va una adenda al contrato de préstamo que tiene la entidad. Hay que recordar que Gijón al Norte suscribió un préstamo en 2013 por 36 millones con BBVA, Banco Santander, Liberbank, ICO y Bankia con amortizaciones desde junio de 2015 a diciembre de 2017. En diciembre de 2016 el consejo de administración optó por cambiar el préstamo a Abanca con un capital de 22 millones. Y, por último, se presentará el informe de liquidación de la demolición de las estaciones con un coste de 5,3 millones.