El ciudadano español I. F. G. reconoció ayer ante el juez, haber empadronado en su domicilio a dos ciudadanos extranjeros, que no llegaron a residir en la vivienda, para que pudiesen obtener la tarjeta de residencia, a cambio de lo cual el encausado recibía dinero.

Los hechos tuvieron lugar en octubre de 2016 cuando otros dos hombres, nacidos en Etiopía y Argelia respectivamente y ambos con permiso de residencia, buscaron a hasta cinco personas marroquíes-saharauis que no tuvieran tarjeta de residencia para proponerles, a cambio de dinero, el empadronamiento en Gijón, en casa de I. F. G. La Fiscalía consideró los hechos constitutivos de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y solicitaba el pago de una multa de 2.160 euros a cada uno de los acusados. I. F. G. acordó, tras reconocer los hechos respecto a dos de los extranjeros, reducir el pago a 540 euros y sustituirlos por trabajos en beneficio de la comunidad al no tener ingresos. Los otros dos encausados siguen adelante con el juicio que quedó ayer visto para sentencia.