"La belleza no está sólo en las flores decorativas", afirmó ayer Virginia López mientras disponía sus tres plantas de berenjenas, tan hermosas, para trasplantarlas en uno de los jardines de la plaza del Parchís. "Esperemos que las respeten", dijo la artista, que continúa así la obra "La cantiga de la merenjena" (en ladino se dice así), del creador audiovisual chileno Héctor Z. Siluchi, afincado en Suecia.

La berenjena, que es el ingrediente principal de la cocina tradicional sefardí, es el símbolo que utiliza Siluchi para reivindicar su cultura familiar. "Los alimentos vinculan paisajes y gentes; pasó con el maíz, que vino de América pero arraigó en Asturias", explicó Virginia López.

La impulsora de Proyectos Artísticos Casa Antonino (PACA) inauguró además, en la sala 3 del Antiguo Instituto, una pieza que completa "Vykort", una exposición que se inscribe dentro del proyecto "Eigendeken/Recordación. Trabajar para comer". Se trata de una mesa preparada con una cena para compartir. Y también recetas con berenjenas que aparecen en algunas cantigas.

Virginia López presentó, asimismo, el catálogo del citado proyecto. "Será una edición especial, artesana", indicó. Incluye textos de Griselda Coro Niembro, Nuria Vila y Tamara Vignati. En su realización participará Litografía Viña. En "Eigendeken/Recordación. Trabajar para comer" han participado, con residencias en PACA y en la Ciudadela de Celestino Solar, hasta diez artistas.