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La sombra de la regla de gasto se alarga sobre Gijón

La advertencia de la autoridad fiscal sobre el riesgo real de que el Ayuntamiento se pase del tope legal se suma al aviso que ya hizo la Intervención municipal

Ediles de la Corporación, en la última sesión plenaria. JUAN PLAZA

"Estamos en ello". Ese es el mensaje de la concejalía de Hacienda sobre la necesidad de tomar medidas ante el evidente riesgo de que el Ayuntamiento de Gijón incumpla al cerrar el ejercicio económico de este año la regla de gasto, que impone a las administraciones la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera. Y es que la alerta que sobre Gijón acaba de emitir la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) en un informe recién publicado no hace más que confirmar lo que el equipo de gobierno de Foro y los grupos de la oposición saben por aviso de la Intervención desde el debate de las cuentas del primer trimestre.

Los antecedentes de años anteriores también sirven de pista. El Ayuntamiento de Gijón salvaba de manera casi rocambolesca hace un año la tutela económica del Principado y la obligación de diseñar un plan económico-financiero. Logró demostrar que un error de interpretación había dado lugar al informe que establecía el incumplimiento del techo de gasto en el cierre de las cuentas de 2015. Los primeros datos apuntaban a un exceso de 1,2 millones sobre el tope fijado de 243 millones. Luego resultó que no había exceso porque se habían computado "incorrectamente" los diez millones ingresados desde la Unión Europea a cuenta de reembolsos del Programa Operativo Local (POL) de ejercicios anteriores.

Más que con las cuentas específica del Ayuntamiento los problemas estaban en los organismos autónomos y las empresas municipales. Y sobre ellas se ejerció el máximo control durante 2016 para evitar que se repitiera el problema. El informe de Intervención presentado en el mes de mayo en la comisión de Hacienda sobre el cumplimiento de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera avaló un más que ajustado cumplimiento de la regla de gasto: no se llegó al límite de 197 millones por poco más de 228.000 euros. Por encima de su techo estuvieron el Ayuntamiento, el Patronato Deportivo, la Fundación de Cultura, Emulsa y la Empresa de Vivienda. Esas desviaciones se compensaron, fundamentalmente, con un ahorro de 3,7 millones en Divertia. Fue la empresa de festejos y turismo quien se apretó el cinturón por todos.

Caída del superávit

Ahora toca prevenir que al cerrar las cuentas de este año -algo que de manera definitiva tendrá lugar a mediados de 2018- Gijón no se pase del límite fijado por la ley. Las expectativas no son buenas. No sólo los datos del Ayuntamiento hablan del riesgo de incumplimiento de algún parámetro de la ley de Estabilidad. También, y eso es mucho peor, los de la reconocida Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) que coloca a Gijón en el listado de ayuntamientos donde "existen riesgos moderados de incumplir alguna regla fiscal que requieren adopción de medidas en ejecución" junto a Bilbao, Córdoba, Málaga, Murcia, Valencia y Zaragoza.

El problema gijonés es la regla de gasto porque la autoridad fiscal mantiene en su informe para Gijón el cumplimiento del objetivo de estabilidad, aunque con una caída del superávit del 2016 de un 62%, y la ratio de deuda sobre ingresos corrientes por debajo del 75%.

Si el punto de partida ya era complicado la vía de la financiación de gasto a través del remanente lo enrevesa todo un poco más. Algo de lo que ya alertaron los técnicos ante las últimas modificaciones del Patronato Deportivo Municipal y al que no será ajena la Fundación Municipal de Servicios Sociales cuando vaya sumando euros al programa de renta social municipal.

Sin llegar al drama, el debate sobre la regla de gasto no es el único que se tiene en el Ayuntamiento de Gijón a partir de datos preocupantes para las cuentas municipales. La Intervención municipal también adelantó hace tiempo que la relación entre ingresos corrientes y gastos corrientes era más que ajustada y la situación iba a mayores con un aumento de los gastos al tiempo que iban a la baja los ingresos. Unos números para entenderlo esa evaluación: los gastos corrientes subieron de los 174 millones en 2015 a los 180 el año pasado, pero los ingresos corrientes bajaron de los 222 a los 207 millones. Hay quien habló directamente de la necesidad de subir impuestos. La propuesta que para las ordenanzas fiscales del año que viene hace el gobierno no va por esa línea. Su planteamiento de partida es una congelación genérica de la que quedarían excluidos el recibo de la basura y los precios del Patronato Deportivo Municipal con incrementos del 5%. Muchos números y muchas decisiones que tomar en poco tiempo.

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