Las obras de la céntrica calle Marqués de San Esteban, que comenzaron en el mes de enero, están llegando a su fin con los intentos de limpieza del suelo y la colocación de ornamentos como unos enormes jardineras -que ocupan casi toda la nueva acera- que el Ayuntamiento ha comenzado a instalar en la zona peatonal ampliada de la calle, por fuera de los soportales.
La realización de las obras por fases para limitar su impacto en los vecinos no dio sus frutos y durante los últimos seis meses fueron varias las voces que protestaron por la demora en su realización, especialmente en la hostelería al ver que llegaba el verano y los plazos no se cumplían.
Ahora, a falta de los últimos retoques, las reticencias de los vecinos de la zona se mantienen puesto que algunos ya perciben deficiencias en el acabado y otros inconvenientes, como por ejemplo los derivados de los charcos que se generan -tras los baldeados de Emulsa- anexos a los portales, o la suciedad que se fija con gran facilidad por la porosidad del suelo.
