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Nuevo Gijón no quiere tener vallas

Los vecinos lamentan la proliferación de urbanizaciones que llevan al barrio a convertirse en una "ciudad dormitorio", sin convivencia

Un edificio de nueva construcción, con un parque infantil cercado con una valla, en el barrio de Nuevo Gijón. JUAN PLAZA

"Queremos expresar nuestra preocupación ante el modelo de construcción de vivienda que se está realizando en nuestra zona". La Asociación de Vecinos Santiago de Perchera, La Braña y Nuevo Gijón, por medio de su comisión de Urbanismo han detectado cómo "se está avanzando peligrosamente a un modelo de barrio residencial a imitación de las ciudades dormitorio, cambiado los barrios abiertos por las islas residenciales". Y no les gusta nada la propuesta.

"Ahora que se vuelve a construir, todos los nuevos edificios, sobre todo aquellos que se venden sobre plano, responden a lo mismo", aseguró en el día de ayer el representante vecinal Roberto Porras, en referencia a "bloques de edificios con piscina, gimnasio, espacios infantiles y todo convenientemente vallado y de acceso restringido", analizó el presidente de la asociación de vecinos.

Para Porras, se debería de buscar una manera de poner freno a esta proliferación de construcciones que "rompen de facto con todos los modelos tradicionales de barrio", dirigiéndose hacia el "individualismo, los espacios vallados y dotar las comunidades de vecinos de lo que hay fuera" en contraprestación con "la cohesión, la relación, la convivencia en la que la calle, la plaza o el parque son el centro de vertebración social", explica el portavoz del barrio.

Por ello, desde la asociación vecinal se pide una serie de reflexiones para atajar la situación. De un lado, al Ayuntamiento, al que solicita "pensar qué modelo de ciudad quiere promover el Plan General de Ordenación". Por otro, a los vecinos, a los que se les pide poner en valor, antes de adquirir sus nuevas viviendas, "que los espacios públicos que se disfrutan en el barrio surgen y se mantienen porque se pensó de manera colectiva, no individual". Y, por último, a las constructoras, a las que solicitan "más proyectos de integración y menos de exclusividad, con muchos servicios pero solo para unos pocos, los niños no quieren jugar en esos parques infantiles, sino en los del barrio con los demás niños".

Para Porras, estas nuevas construcciones "quitan la vida a los espacios comunitarios que son donde realmente se forja el barrio en el sentido más amplio de la palabra, como llevamos toda la vida haciendo", concluyó Porras.

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