La recién puesta en marcha renta social municipal no es sólo la línea de ayudas más novedosa del catálogo de la Fundación Municipal de Servicios Sociales. A ese valor acaba de sumar convertirse en la ayuda social municipal con más demanda ciudadana de los últimos tiempos. A 31 de julio -día de cierre de esta primera convocatoria- la Fundación que preside la edil forista Eva Illán había registrado un total de 3.867 solicitudes. Una cifra que está por encima, por ejemplo, de las 2.893 peticiones que se registraron en la convocatoria inicial de ayudas energéticas, las 3.263 peticiones para becas comedor que se encuentran en la memoria de 2016 de Servicios Sociales o las 1.807 peticiones de ayudas a familias con menores a su cargo registradas en ese mismo documento. Sin olvidar las cerca de 2.000 solicitudes de salario social tramitadas el año pasado en las oficinas sociales gijonesas.

Nadie ha recibido aún las ayudas de esta renta social municipal pero la Fundación ya tiene claro que sacará una segunda convocatoria en, previsiblemente, septiembre. Se cumple así, además, el compromiso con Xixón Sí Puede e IU para ampliar la dotación económica de este proyecto pionero en la ciudad. La actual convocatoria tiene una dotación económica de 2,5 millones para este ejercicio al que se vinculan otros 1.275.000 euros para 2018 pendientes de la existencia de crédito. La idea es que la segunda convocatoria tenga una partida de salida de unos 3 millones.

La renta social es una ayuda municipal complementaria que busca garantizar a las familias gijonesas unos ingresos mínimos que les permitan vivir con dignidad. Ese mínimo, según el pliego de condiciones de las ayudas, oscila entre los 665,64 y los 1.125 euros dependiendo del numero de miembros de la unidad de convivencia y cuantos menores de 14 años se incluyen. La renta social se organiza en dos líneas: una finalista para quienes ya tienen alguna ayuda pública (fundamentalmente el salario social) y no pueden recibir otra ayuda periódica y otra directa para quienes ni tienen ni pueden tener otro tipo de apoyos de las administraciones públicas. En el primer caso esa ayuda finalista se destina a la compra de productos y servicios en las tiendas gijonesas adheridas al proyecto. Ahora mismo hay 233 comercios vinculados a una iniciativa gestionada desde la Unión de Comerciantes.

La tercera pata de esta iniciativa es CaixaBank. Según los últimos datos facilitados desde el ámbito municipal la intención es que a finales de este mes -principios de septiembre como mucho- ya se puedan realizar con normalidad las compras en los negocios locales con las tarjetas que la Fundación entregará a los beneficiarios de la renta social.