"El Instituto fue el pilar fundamental de toda mi trayectoria profesional". Con esta frase finalizó ayer su discurso José Esteban Fernández Rico, Decano del Colegio de Ingenieros Industriales y, desde ayer, flamante nuevo Antiguo Alumno Distinguido de este año por la Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos del Real Instituto de Jovellanos de Gijón.

"Soy el resultado de la educación y la tecnología", explicó en su intervención en el acto de entrega de galardones que se celebró en la mañana de ayer en el Centro de Cultura Antiguo Instituto, anterior sede del centro educativo, "con el paso del tiempo me siento más orgulloso de haber tenido un conjunto de profesores tan excelente", afirmó el premiado, que puso en valor su especialidad, la ingeniería industrial, como una "carrera multidisciplinar que permite enfrentar todas las tecnologías", más aún cuando estamos en un mundo en el que "el cambio tecnológico es de una magnitud impensable hace unos años, hemos pasado de la sociedad agrícola a la industrial y, ahora a la digital, ese es el gran reto". Y para finalizar, un último anhelo, el de "estimular el fomento de la ingeniería entre las mujeres, que solo suponen un 20%".

Anteriormente, se había hecho entrega del otro gran galardón de la ceremonia, el premio "Campanil" 2017, que recayó en la Unidad Terapéutica y Educativa (UTE) de Villabona, un premio que "si Jovellanos levantara la cabeza, le haría especial ilusión, por su relación, y la de su hermana, con la reintegración de los presidiarios", como explicó Manuel Santiago López Rodríguez, presidente de la Asociación.

"La UTE es un modelo de prisión alternativa en el que se buscó la construcción de un espacio educativo frente a la cárcel tradicional, que era una escuela de delincuencia", explicó Faustino García Zapico, educador y coordinador de la UTE, todo con el fin de "poder reincorporar a la sociedad como personas libres, dignas e integradas a aquellas que estaban sumergidas en la drogadicción", analizó. Para ello, fue trascendental la labor del Instituto y su profesor Gonzalo Sancho, "Pinfi", quien ya en los años noventa comenzó a llevar a grupos de alumnos del Jovellanos al centro carcelario como terapia de aprendizaje para presos y alumnos.

El acto aglutinó un último homenaje a la anterior directiva de la asociación, encabezada por José Miguel Fernández Suárez, "Chechu", siendo nombrados todos sus integrantes socios de honor, incluido el fallecido José Ramón Álvarez Miranda, antiguo tesorero, al que se rindió un sentido homenaje.

Pero además, Fernández Suárez fue nombrado nuevo presidente de honor de la entidad, en reconocimiento a su "extraordinaria labor en la Asociación, haciéndola cada vez más activa y conocida en la ciudad". "Chechu", como todos le conocen, dijo sentirse muy agradecido, confesándose "institutista acérrimo" y acordándose de sus padres, "grandes defensores de la enseñanza pública".

La figura de "Chechu" fue glosada por el médico Pedro Sabando, quien aseguró que reunía "las características necesarias para hacerse valedor del galardón", a saber "vinculación superlativa a la entidad, concepto especial del honor, solvencia y especial idiosincracia". El acto supuso el primero de López Rodríguez como nuevo director de la Asociación, quien puso en valor al instituto "de" Jovellanos, "el que él creó y que es historia viva de Gijón".