A lo largo de los seis primeros meses del año el servicio de Contratación y Compras del Ayuntamiento de Gijón tramitó treinta adjudicaciones que supusieron un movimiento de dinero que ronda los 13,7 millones de euros. Esta relación de adjudicaciones -publicitadas por el propio servicio en cumplimiento del artículo 20 del reglamento orgánico de funcionamiento del Pleno y de la ley de Contratos del Sector Público- es parte de la documentación con la que han empezado a trabajar los ediles de la oposición en la recién creada comisión de vigilancia de la contratación municipal. Una comisión puesta en marcha por mandato del Pleno a partir de una iniciativa del Grupo Municipal Socialista defendida por la concejala Marina Pineda.

Pero la oposición quiere más. Quiere tener acceso a todos los contratos "vivos", no sólo a los recién adjudicados, y a todos los contratos de ámbito municipal, no sólo a los que se gestionan directamente por el Ayuntamiento. Eso supone que por esa comisión pasen también los contratos de los organismos autónomos -fundaciones de cultura y servicios sociales y Patronato Deportivo Municipal- y de las empresas municipales, que son de gran enjundia. La razón fundamental de la puesta en marcha de esta comisión es el interés de la oposición por hacer seguimiento de las contrataciones tras los problemas que se han ido acumulando en los últimos años. También quieren ver sí funcionan las diferentes cláusulas sociales que se han ido aplicando en los últimos tiempos a los contratos del Ayuntamiento.

En el análisis más pormenorizado del listado de adjudicaciones de este primer semestre se detecta que casi el 40% del monto total del dinero se ha ido a un solo contrato: el de mantenimiento del alumbrado público y las instalaciones eléctricas del Ayuntamiento y la Fundación de Cultura. Son más de cinco millones de una adjudicación plurianual que se llevó la Sociedad Ibérica de Construcciones Eléctricas (Sice). La potencia de este contrato está entre las razones de que las adjudicaciones del primer semestre de 2017 duplicaran, en dinero, las tramitadas en el mismo periodo del año anterior. También hay que tener en cuenta que, este año, el Ayuntamiento contó con un presupuesto aprobado desde el primer momento cuando el ejercicio anterior se vivió en prórroga presupuestaria.

Otro de los contratos "grandes" del semestre, con un monto global de un millón de euros, fue el de concesión administrativa para la instalación de los puestos de helados en la vía pública hasta el año 2024. Aquí hubo seis adjudicatarios para diez puestos repartidos por el Muro de San Lorenzo. Este tipo de contratos, como otros muchos que se han gestionado en este tiempo, tienen que ver con el mantenimiento de la propia infraestructura municipal y la gestión del día a día de la actividad de la ciudad. No son soporte de ninguna gran obra o proyecto que pueda considerarse un revulsivo para la actividad económica de la ciudad.

En el caso del área de Seguridad Ciudadana, se fueron unos 660.000 euros al arrendamiento de motocicletas para los agentes de la Policía Local y casi 400.000 euros para comprar un nuevo vehículo multisocorro para el equipo de Bomberos. También hay un contrato de menor cuantía para el mantenimiento de las terminales móviles de los policías. Y entre los contratos directamente vinculados con el área municipal de Medio Ambiente destaca el de suministro, instalación y mantenimiento de una estación móvil de vigilancia de la contaminación atmosférica. El contratista fue Envira Sostenibles por cerca de 200.000 euros, con impuestos incluidos.

A barrios y parroquias les afectan, de manera directa o colateral, las contrataciones que tienen que ver con la mejora de accesos al colegio público de Cabueñes, las sedes vecinales de Fontaciera, Veriña y Somió, instalaciones de juegos infantiles, la limpieza de la escuela de bebés de Nuevo Roces y actuaciones en el proyecto de rehabilitación del poblado de Inuesa, en Tremañes, como barrio degradado. En ese caso, y para su segunda fase, hay una adjudicación que ronda los dos millones de euros en favor de la firma Copcisa. También hubo contrataciones vinculadas a la reforma del Albergue Covadonga y los trabajos que se hacen con normalidad en El Molinón.