"¡Ved cuán excelsa se levanta su frente al Empíreo en busca de objetos dignos de su contemplación! (...) Al hombre, todo se le rinde". Así finaliza la "Oración sobre el estudio de las ciencias naturales" de Gaspar Melchor de Jovellanos que en el día de ayer fue leída por las autoridades asistentes a la ya tradicional ofrenda floral que recuerda la vuelta a Gijón, el día seis de agosto, de su hijo más pródigo tras diez años en el exilio, siete de ellos, prisionero en el mallorquín castillo de Bellver.

El texto fue recitado por representantes de todos los partidos políticos del espectro municipal -Mario Suárez del Fueyo, portavoz de Xixón Sí Puede, lo hizo en asturiano-, además de por la Alcaldesa, Carmen Moriyón, el viceconsejero de Cultura del Principado de Asturias, Vicente Domínguez García y el presidente de la Fundación Foro Jovellanos, Ignacio García-Arango Cienfuegos-Jovellanos.

Y fue precisamente él quien, aludiendo a los anteriores, esgrimió que "Jovellanos estará hoy especialmente feliz porque, gracias al esfuerzo del municipio y a su trabajo en concordia con otras autoridades, se ha vencido uno de nuestros retos históricos: la llegada del nuevo ferrocarril a Gijón".

Y dijo más. "Jovellanos confía en que las fuerzas vivas de nuestra sociedad civil actúen unidas, como si cada una fuera Asturias entera", para de este modo lograr "aprovechar nuestras comunicaciones y así, por tierra, mar y aire, fundirnos en Europa e integrarnos en el comercio mundial", para concluir, "si lo hacemos, él aplaudirá desde el cielo; si no, nos sumiremos nuevamente en la melancolía".

Finalizados los discursos institucionales, y al ritmo de la "Marcha cívica para Jovellanos", compuesta por el músico gijonés Vicente Cueva e interpretada por la Banda de Música de Gijón, un total de treinta y una instituciones fueron rindiendo homenaje al prócer gijonés, depositando junto a su estatua en la plaza del Seis de Agosto, una corona de flores. El desfile lo abrió la propia familia de Jovino y lo cerró la Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio de la Inmaculada. Entre medias, asociaciones vecinales, culturales, sindicales e instituciones, además de LA NUEVA ESPAÑA , que se unió a la ofrenda de la mano de Cuca Alonso.

Tras la colocación del último ramo, y antes de la tradicional foto de familia, resonó el "Himno de Asturias" para recordar a uno de sus más ilustrados descendientes que, un año más y ya van 206 desde su vuelta a la ciudad que le vio nacer, demostró que sus ideales y valores siguen de plena actualidad.