Los médicos que atienden a Germán Fernández, el joven ingresado en el HUCA tras sufrir una brutal agresión en Fomento el pasado 14 de julio, han recomendado a su familia que una vez abandone el hospital acuda a una clínica de rehabilitación para intentar paliar las secuelas producidas por la paliza. "Las expectativas de que quede bien son muy pocas; estaba viviendo en un apartamento pero hemos decidido ya sacar todas sus cosas porque para vivir sólo no va a quedar", lamentó ayer su madre, Yolanda Fernández.

El joven de 24 años le realizarán mañana una traqueotomía porque "no acaba de respirar por sí sólo". Desde hace días ya está sin sedación ni antibióticos, "está despierto pero no reacciona al medio, las neuronas están afectadas", desvela su madre, consciente de que "vamos a tener que esperar mucho tiempo, ya nos han dicho los médicos que esto va para largo". Germán Fernández sigue recibiendo diariamente la visita de su familia y amigos.

Del otro lado esta historia están los acusados de la agresión. La instrucción del caso mantiene a tres de ellos en prisión provisional -Imad A., Yeray R. V. y Rubén Á. H.- y a otros dos pendientes del proceso judicial, David S. M. e Iván R. G..