Santiago M. G. es, al menos, el cuarto empleado de una panadería gijonesa que lleva a los tribunales a su empresa por impagos de su nómina desde mayo de 2016, lo que asciende a 13.831,18 euros. De ahí que presentase una demanda de extinción del contrato de trabajo por voluntad del trabajador y la reclamación de la cantidad adeudada en el Juzgado de lo Social de Gijón. Los responsables de la empresa ni se presentaron al acto de conciliación ni al juicio, celebrado esta semana.

Este gijonés que reclama sus nóminas atrasadas y una indemnización por la demora, en total 20.118,08 euros, comenzó a trabajar en enero de 2006 con un contrato indefinido a jornada completa en calidad de repartidor por cuenta y bajo la dependencia de una céntrica panadería gijonesa. Esta situación que se prolonga un año en el tiempo ya la vivió en octubre de 2015 cuando se vio obligado a presentar una demanda de conciliación reclamando otros 8.888,71 euros no pagados. Ahora espera una solución.