"No sólo no he recibido ninguna notificación de mi expulsión como socio del Grupo Covadonga sino que además me han girado al cobro el recibo del mes de agosto, que ya he ordenado abonar", señala Felipe Aller Celemín, uno de los socios grupistas cuya expulsión se anunció hace unos días y uno de los puntales del sector crítico con la gestión de la directiva que preside Antonio Corripio. "Como Felipe González y Zapatero, me he enterado por la prensa de mi expulsión; nadie oficialmente se ha dirigido a mí para comunicármelo", explica Aller Celemín.

Este socio, en litigio con la actual directiva del Grupo, remitirá al juzgado la certificación bancaria de haber pagado el recibo del mes de agosto, lo cual confirmaría que no ha sido dado de baja del club. El abono, por un importe de 23,47 euros se abonó a través de domiciliación bancaria el pasado 4 de agosto.