Rompió el paseíllo con la mejor entrada de la Feria. Más de tres cuartos de plaza. Se lidian toros de Garcigrande y Domingo Hernández para El Juli, Miguel Ángel Perera y José Garrido.

Le faltó fuerza al primer toro de la tarde, de Garcigrande. El Juli trató de dosificarlo en la muleta debido a sus buenas virtudes, como la nobleza, humillación y calidad, pero la falta de fuerzas lastró el primer acto. Ovación para el diestro madrileño.

En el segundo de la tarde, Miguel Ángel Perera estuvo dispuesto y correcto, pero poco pudo hacer ante un toro de nulas opciones.

José Garrido firmó lo más destacado con el tercero en salir de toriles. Ejecutó una faena notable ante un bravo toro de Domingo Hernández. El joven pacense sometió por abajo la embestida encastada del animal con muletazos de mucha calidad y emoción. Erró con los aceros y todo quedó en una ovación.

Cuarto de la tarde: El Juli malogra con los aceros una meritoria faena de figura del toreo. Un toro sin clase, bruto y sin raza al que hizo embestir a base de ponerse delante y someterlo. Otra vez la espada dejó el premio en ovación.

Perera corta una oreja en el quinto de la tarde tras una faena deslabazada, en la que no pasó agobios. Dos tandas templadas por el derecho, de buena factura y arrimón final entre los pitones. Pese al mal uso de la espada, paseó una oreja.

No mejoró la tarde en el sexto toro, muy complicado, con guasa y sentido que hizo pasar las de Caín a la cuadrilla de José Garrido en banderillas, en un tercio accidentado. Garrido estuvo valiente y exponiendo mucho para poder sacar algo positivo. Mucho valor del pacense en lidia complicada con un toro que acabo completamente rajado. Desafortunado en el acero, acabó con varios pinchazos y descabellos. Un final a tono de la tarde gris en la víspera de Begoña.