El crucero "Independence of the Seas" de la compañía Royal Caribbean International, echó ayer el ancla en el Muelle Norte de El Musel para hacer su primera parada de la ruta por mar que le conducirá a Bilbao, A Coruña y Francia. Es la segunda vez que la compañía americana atraca este verano en el muelle gijonés, e inunda la ciudad de turistas que llenan las tiendas de "souvenirs". Y aunque resulte sorprendente, también las farmacias.

Según explican responsables de farmacias del centro de Gijón, además de artículos de parafarmacia como protectores solares, apósitos y tiritas, los turistas se llevan "como cuatro cajas por persona de antiinflamatorios y analgésicos". La razón, "el bajo precio de compra comparado con que rige en sus países". Y no sólo los pasajeros, "también la tripulación del barco", aclara la farmacéutica gijonesa Natalia Álvarez. A este "turismo sanitario", le acompaña también la venta de objetos de recuerdo de las tiendas de "souvenirs" y productos gastronómicos regionales. "Los británicos son los que más compran. No miran el precio, si algo les entra por el ojo, lo pagan. No como el turista español que busca y compara todos los precios en los diferentes establecimientos de la zona", asegura Jordan Suárez, propietario de "La Rebotica", donde los artículos más vendidos suelen ser los imanes, dedales o vasos de chupitos, y la sidra. "Con la llegada de cruceros la caja aumenta más, a pesar de que en verano tengamos ventas lineales", continúa Suárez.

La venta de artículos de mayor tamaño es menor a causa de las normas que marcan las compañías aéreas en cuanto a la medida del equipaje. "Ya no depende tanto del precio, sino que no tienen posibilidad de transportar por ejemplo botellas de sidra por el límite de mililitros, si no se llevarían cajas", explica Susana Menéndez, comerciante.

A partir de las nueve de la mañana deambulaban por Gijón 2.500 pasajeros de los 4.000 embarcados en el crucero. Inundando la mayoría de las calles del centro de la ciudad y visitando los lugares más emblemáticos, a la vez que hacían las compras típicas. La mayoría de los pasajeros de a bordo es de origen británico y norteamericano. Los viajeros por mar llevan ya dos días de travesía, desde su salida del puerto de Southampton, al sur de Inglaterra.

"Gijón parece una ciudad tranquila, frecuentada más por locales que por turistas o extranjeros. Tiene pintar de ser un sitio tranquilo", refirió Julia Yailin, una pasajera británica, en su primera impresión sobre la ciudad. Los restantes cruceristas optaron por visitar otras localidades, como Luanco, Oviedo, Avilés. O realizaron excursiones a Covadonga y Cangas de Onís.

Las terrazas de la calle Corrida se llenaron a mediodía de turistas extranjeros tras el atraque en el puerto de Gijón del "Independence of the Seas". En ellas se podían ver a grupos de británicos que se afanaban en hacerse entender para solicitar de los camareros de los establecimientos desayunos y aperitivos.

Pese a la presencia reciente de cruceristas, los comerciantes relatan que este año ha crecido es la presencia de visitantes andaluces. "Vienen del calor hasta aquí porque le gusta dormir a gusto. Las tornas están cambiando: ahora son ellos los que vienen aquí tanto como los de aquí viajamos allí".